La seguridad está en el ADN de Visa: Adriana Ramírez

La directora de Visa en México busca ampliar las capacidades de la empresa dentro del ecosistema de pagos en el país

Juan Luis Ramos | El Sol de México

  · viernes 6 de marzo de 2020

Luz Adriana Ramírez, directora de Visa México / Foto: Roberto Hernández

Visa se propone dejar atrás las fallas que el año pasado impidieron a muchos mexicanos pagar sus consumos con tarjetas de crédito o débito.

Luz Adriana Ramírez, directora general de Visa México, adelanta que este año la empresa se convertirá en cámara de compensación de pagos, una vez que cuente con el aval del Banco de México.

Con esto, Visa podrá servir de “puente” entre los usuarios y los bancos, verificará que las tarjetas cuenten con fondos para realizar pagos, transferencias o retiros, y aprobará los movimientos.

“Nos permitirá tener más información doméstica de las transacciones y poder montar más valores agregados, muchos de ellos dirigidos a la parte de riesgo, a la parte de protección de fraudes, de ataques cibernéticos y otros”, comentó en entrevista con El Sol de México.

“Abrazamos la libre competencia, pero (buscamos) diferenciarnos, entre otras cosas, por la seguridad”, refirió.

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) informó en octubre de 2018 de una investigación para determinar la posible existencia de barreras a la competencia, así como de posibles insumos esenciales en el mercado de sistema de pagos cuyo procesamiento involucre una cámara de compensación para pagos con tarjetas de crédito o de débito.

Para Luz Adriana Ramírez, la seguridad se basará en los centros de Visa en el mundo y las inversiones que realiza para el funcionamiento de sus sistemas.

“Tenemos varios centros de procesamiento en el mundo perfectamente alineados para la continuidad de negocio. El porcentaje de confianza de Visa para que no tengan caídas es de 99.99999 por ciento, cinco nueves, es la certeza de no caídas del sistema de Visa a nivel mundial. Estos porcentajes difícilmente pueden alcanzarse sin las inversiones, sin la innovación que se está dedicando a la tecnología de protección y seguridad”, añadió Ramírez.

La seguridad en las transacciones bancarias, dijo, es fundamental para avanzar en el principal reto que tiene Visa en México, que es disminuir el uso del efectivo.

Foto: Roberto Hernández

“El efectivo sigue siendo el principal reto para nosotros y, yo diría, para el ecosistema en México. Sigue representando alrededor de 85 por ciento de penetración del gasto de consumo privado”.

Aunque ha habido una desaceleración en el crecimiento del uso del efectivo, que de acuerdo con el Banco de México (Banxico) en 2016 se incrementó en 20 por ciento y el año pasado en apenas cuatro por ciento, la directora de Visa subrayó que siguen enfocados en disminuir su uso a través de herramientas digitales.

“La transformación digital -subrayónos está permitiendo ir poco a poco acelerando el paso hacia entrar al mundo de pagos digitales”.

Para ello destacó dos elementos que han impulsado en el último año. Uno es el de los dispositivos de aceptación móvil como Clip, que ya representan 38 por ciento de todas las terminales punto de venta en el país, y otra es diseñar soluciones para comercios que se mueven con efectivo, como el transporte público.

“Estamos trabajando en algunas soluciones para poder acceder al transporte público y a la movilidad en general a través de pagos electrónicos (…) Estamos trabajando de la mano con las autoridades para lanzar programas piloto con algunas ciudades y podernos mover a los sistemas de transporte masivos y de una manera mucho más contundente. Estamos teniendo avances en esa línea y para allá vamos”, adelantó la directora de Visa en México.

Precisó que en este primer semestre se anunciarán las dos primeras ciudades donde iniciará una prueba piloto de ese programa, que serán aquellas donde halla mayor penetración de pagos electrónicos.

Ramírez reconoció que ha habido avances importantes en la digitalización del dinero, una prioridad dentro de la presente administración federal. Prueba de ello, dijo, es que en 2016 había seis terminales punto de venta en el país por cada mil habitantes, y al cierre de 2019 el número se duplicó a 12, aunque todavía lejos de las 18 que hay en promedio en América Latina y más aún de las 30 que hay en Brasil.

Sin embargo, reconoció que no es sólo un tema de dispositivos, ya que también tiene que ver con llevar infraestructura y telecomunicaciones, una tarea en la que, dijo, deben integrarse todos los actores del ecosistema en el país.

“En un estudio realizado por Visa dividimos todos los municipios en Avanzados, En transición, Emergentes e Incipientes, dependiendo del grado de madurez para la adopción de los pagos digitales. Solamente seis por ciento de los municipios en México está categorizado como Avanzados, completamente listos para la adopción de pagos digitales, mientras que 80 por ciento es Emergente o Incipiente”.

La directora de Visa en México aplaudió la iniciativa del gobierno federal de construir tres mil sucursales del Banco del Bienestar ya que, dijo, todo suma para impulsar la bancarización y la digitalización de los pagos. Pero reiteró que la empresa seguirá enfocada en acciones que lleven a la reducción del efectivo, como es el caso de nuevos productos y asociaciones con las fintech.

“El ecosistema de las fintech está teniendo un crecimiento y una captación de inversión mucho muy importante. En Latinoamérica, en 2019, fueron 2.1 billones de dólares los que se invirtieron como capital hacia las fintech y los mercados principales son precisamente México, Brasil, Argentina y Colombia”, refirió.

En ese sentido, apuntó que las principales áreas de inversión en el ecosistema fintech son los medios de pago y transferencias, en donde Visa está participando con varias firmas en México para sumar valores y traer la promesa de pagos seguros, convenientes y sin fricción, e impulsar el dinero digital.

“Con 85 por ciento de efectivo en este país y nosotros enfocados al crecimiento de pagos electrónicos, el tamaño de la oportunidad en México es enorme (…) Independientemente que la economía pueda fluctuar con base en los panoramas tanto nacionales como internacionales, el área de oportunidad, el tamaño del país se puede hacer mucho más grande simplemente enfocándonos en la conversión del efectivo”, concluyó.