La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) no ha entregado las primeras licencias que permitirán a las plataformas digitales que ofrecen servicios financieros, conocidas como fintech, operar de manera regulada en México, lo cual les dificulta atraer inversión y crecer.
La Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera entró en vigor en 2018. Un año después, el organismo liderado por Juan Pablo Graf emitió sus regulaciones secundarias y estableció como fecha límite el 25 de septiembre para que las empresas de fondeo colectivo enviaran su solicitud ante la Comisión para obtener una licencia y registro que les permita obtener las garantías y regularización de una institución financiera.
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Según el cronograma de la CNBV, las fintech empezarían a recibir las licencias este año, un proceso que arrancó en enero, pero que se quedó estancado.
Datos de la comisión señalan que el año pasado 85 fintechs presentaron su solicitud de licencia para operar, de las cuales 60 pertenecen al pago electrónico y el resto a fondeo colectivo, es decir, préstamos persona a persona.
Hasta el momento, sólo NVIO Pagos México recibió su autorización, el 22 de enero de este año, según un acuerdo publicado por la CNBV en el Diario Oficial de la Federación.
De acuerdo con la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo (Afico) 25 empresas del sector entregaron esta solicitud, entre las que se encuentran Doopla, Briq, Cumplo, Playbusiness, Yo Te Presto, Prestadero, Raisenhub, Snowball, Capital Funding Lab, entre otros.
Según el Fintech Radar de Finnovista, en 2020 el número de startups Fintech en México creció 14 por ciento, al llegar a las 441 plataformas digitales financieras. En este año, sólo 18 empresas dejaron de operar en el país.
Juan Carlos Castro, presidente de la Afico, recordó que estas empresas esperaban las licencias en lo que va del año; sin embargo “no han salido a la fecha”, lo cual dijo obstaculiza la evaluación que pueden obtener de un inversionista.
“La evaluación que puedes obtener de un inversionista es muy diferente cuando tienes tu licencia y cuando no, y eso deriva en recursos que puedes usar para crecer tu plataforma, darte a conocer, en fin hacer todas las labores que hacemos”, acotó en conferencia de prensa.
En este sentido, añadió que existe escepticismo por parte de los potenciales usuarios, ya que no hay una autoridad que promueva, regule, respalde o que dé a conocer el mecanismo.
El directivo añadió que si bien estas empresas digitales han crecido de manera exponencial, en 2019, las 25 plataformas de fondeo colectivo que aplicaron a la Ley Fintech tenían cerca de 20 mil inversionistas, lo cual, dijo, es muy poco debido al potencial que tiene un país como México por su densidad poblacional.
“¿A qué se debe esto? A estos factores, pocas inversiones en marketing, un marco regulatorio que todavía esta por verse y clientes que están a la expectativa”.
LA BANCA QUIERE MEJORAR
Paulina Prieto, vicepresidenta de SecuredLending de Scotiabank, señaló que existen huecos en la regulación financiera digital para ofrecer a la población mexicana un servicio 100 por ciento digital.
Dijo que ni la banca tradicional ni las fintech pueden dejar de depender de trámites presenciales con sus clientes, pues todavía se requieren firmas autógrafas con la presencia de un notario público y el cliente para llevar a cabo los procesos.