Después del petróleo, es el insumo natural con más usos a nivel industrial. Es el maíz el cereal que más se produce en el planeta: mil 205 millones de toneladas anuales. México es el séptimo productor mundial. En una superficie de casi 8 millones de hectáreas, obtiene 25 millones de toneladas; pero su consumo es de 45 millones de toneladas, por lo que importa el 40% de sus necesidades de los Estados Unidos.
De acuerdo con el informe de julio reciente del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la cosecha mundial para el nuevo ciclo es de 1,185.9 millones de toneladas. En América Latina, se producen poco más de 190 millones de toneladas.
Los stocks de este cereal a nivel mundial para 2023/2024 se ubicarían en 312.9 millones de toneladas métricas.
Y según la FAO, el consumo global de este cereal se incrementará 16% hacia el 2027. Se utilizará principalmente para consumo animal.
Así se expuso en el foro “Más Maíz, Más producción del campo a tu mesa”, donde se dijo que ante esta situación de dependencia alimentaria, es necesario promover que los cultivos tengan mayores rendimientos y que los suelos se nutran adecuadamente.
El doctor Jorge Flores, gerente de Agronomía de Yara México, cuya visión es un mundo sin hambre y el planeta respetado, habló de la importancia de contar con estrategias que transformen la cadena de producción de maíz.
Señaló que a consecuencia del cambio climático, la producción de este cultivo sufre mermas. Debido a la intermitencia de las lluvias, el aumento de temperaturas y la falta de cuidado que se brinda al suelo, cada año se pierde entre el 10 y el 15% de la producción agrícola nacional.
“En 2021 la reducción fue de 3.1% por la sequía. Ante este panorama desde Yara promovemos el uso de nutrientes que le brinden al suelo el cuidado necesario para que se convierta en una barrera ante el cambio climático. La clave está en el cuidado los suelos”, precisó.
Y la presidenta de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado, maestra Marcela Martínez Pichardo, comentó que dada su importancia, dado que es el insumo natural con más usos a nivel industrial, tan solo después del petróleo, “desde la CANAMI buscamos desarrollar las condiciones en la región sur-sureste del país, a través de proyectos productivos de maíz amarillo”.
Junto con el crecimiento de proveedores nacionales para aumentar la producción de maíz amarillo, buscamos propagar la idea de fortalecer e incrementar la conversación en plataformas logísticas a través de distintos foros con integrantes del gobierno federal y estatal, comentó.
“Tenemos 46 años de habernos constituido como CANAMI. Somos 25 empresas enfocadas, preocupadas por el desarrollo agroalimentario en México, uno de los sectores que durante la pandemia del Covid-19 fue de los pocos que tuvo un crecimiento de forma positiva en el país”.
Refirió que al interior de la Cámara, dentro de la cadena productiva en la que el maíz participa es fundamental cada uno de los eslabones. Todo lo que representa el llevar desde el campo todo a los hogares, la cantidad de alimentos que consumimos día a día.
El maíz, es el cereal con la mayor producción a nivel internacional. Y en CANAMI se procesa el 18% del consumo nacional. Actualmente, México consume 45 millones de toneladas de entre maíz blanco y amarillo.
Somos autosuficientes en la producción de maíz blanco, pero no así en maíz amarillo. Este desbalance en la producción, obliga a importar principalmente de EU, 18 millones de toneladas de maíz amarillo para cubrir estas necesidades que la industria en su conjunto demanda.
El maíz cuando se industrializa se encuentra presente en más de 30 mil productos que se encuentran en la vida diaria de todos: alimentos, bebidas, medicamentos, cuidado personal; alimento para ganado, etc.
Y no hay que olvidar que en México somos centro de origen del maíz, enfatizó la maestra Martínez.
Aunado a esto, está el incremento de los precios de los granos a nivel internacional, derivado en gran parte de conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Afortunadamente parece que hay esfuerzos para que salga grano de esa región.
Otros factores que afectan la siembra y el cultivo del maíz son el cambio climático, la sequía que aqueja a muchas partes importantes del país, en un contexto social precario que influye para que cada vez más campesinos dejen sus tierras y emigren a otros estados o salgan del territorio nacional.
DECRETO PRESIDENCIAL
También señaló que el 31 de diciembre de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto presidencial que establece la sustitución gradual de las importaciones de maíz genéticamente modificado para el próximo enero de 2024, con fines agrícolas.
Esto ha sido parte de fuertes debates de parte de más de 30 años, sobre todo porque México ha sido origen del maíz.
Dijo: “No promovemos o incentivamos la siembra de maíz genéticamente modificado en México. Las políticas dirigidas hacia los organismos genéticamente modificados lo consideramos de carácter ideológico pues no existe evidencia científica que concluya que existe un riesgo para la salud”.
Se estima que el 85% de la superficie total de la siembra a nivel mundial, utiliza este tipo de tecnología. Además de que muchos países regresan a las siembras con semillas de estas características, dadas las condiciones que se dan a nivel global por el cambio climático.
En la CANAMI, consideramos que este decreto representa una oportunidad única para la industria y para el país para dar a conocer todos los productos que de forma diaria involucran a nuestra vida y están relacionados directamente con este grano.
Nuestra cocina es particularmente representativa de todos los productos que comemos en casa. Y también demuestra que cuando sabemos cuál es el origen de las cosas y cómo se fabrica, valoramos más los productos y que comienza en el campo y termina en nuestros hogares.
DESABASTO EN LAS INDUSTRIAS
Afirmó: “La suspensión de las importaciones de maíz amarillo que hace alusión a este Decreto, tendrá una problemática de desabasto en las industrias, en los productos que ofrecemos hoy a los consumidores y esto, obviamente tendría una implicación inflacionaria que hoy vivimos y se multiplicaría. Se afectarían las cadenas de suministro y se pondrán en riesgo miles de empleos.
Además del desabasto, se afectaría la sustitución de otros granos donde es posible y se presionarán los precios de maíz blanco, sorgo, cebada entre otros.
“Nuestra propuesta como Cámara y como sector industrial es desarrollar las condiciones en el sur-sureste del país a través de proyectos productivos de maíz amarillo así como de proveedores nacionales”.
También buscamos a través de diferentes foros e integrantes del gobierno federal o de diferentes niveles propagar la idea y fortalecer la exposición en plataformas logísticas de infraestructura para este fin.
Subrayó: “No vamos a sembrar maíz genéticamente modificado ni utilizar zonas no permitidas, es decir, no vamos a llegar a deforestar la selva en ninguna región del sur-sureste. Serían las zonas que el día de hoy ya se siembra. La intención es aumentar la productividad en la superficie que actualmente se utiliza para la agricultura”.
Es por ello que este Decreto presidencial lo vemos como un reto desde la industria, como un reto importante para recuperar el valor del sector agroindustrial, fortalecer el desarrollo, contribuir a la autosuficiencia alimentaria y no afectar el desarrollo económico del país, dijo la dirigente de la CANAMI.