GUADALAJARA, Jal.- "Tranquilicense. Nadie tiene nada que temer. Contratos y bonos serán respetados. Han de cooperar y colaborar los contratistas empeñados en la construcción del aeropuerto de Texcoco. Los conozco a todos. Hablaré con ellos dentro de pocos días. Sé que colaborarán. Nadie perderá. Tendremos pronto la solución -soluciones- al problema que significa la insuficiencia del aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México. Estudio diversas, varias soluciones... Y el Presidente Electo, el licenciado Andrés Manuel López Obrador felicita a la mujer que lo sondeó sobre los efectos que sobre el tipo de cambio -peso/dólar tendrá la determinación última.
Y cuando Alfonso García Cacho -ejecutor de la Cumbre de Negocios que ideó y realiza Miguel Alemán Velasco recuerda a más de mil y pico de asistentes que "el avión del Presidente Electo está sujeto a horario estricto", el personaje devuelve muy sonriente: "Interjet nunca llega tarde".
El señor Garza -Director de la Aerolínea sonríe complacido. Hesiquio Aguilar de la Parra aplaude. A las 15:10 de ayer el flemático Andrés Manuel López Obrador deja el amplio salón. A su paso se abren interrogantes. Y brazos. Y especulaciones. Y esperanzas. Es un hombre que declara: "Aspiro a cumplir un sueño". Que comparte: !Que atañe a todos los mexicanos. Imposible para un solo hombre realizarlo.
Invoca recetas simples: "Vivamos en la austeridad. Evitemos el derroche. Acabemos con inspectores que todo lo fiscalizan y alarman y extorsionan a comerciantes y empresarios. Evitemos duplicidades. La marca "México" tiene casi medio centenar de representaciones y oficinas en el extranjero. Y ¡cosa curiosa! Yo no veo por ningún lado rótulos que promocionen la marca Francia. O la Alemania. O la Corea. ¿Qué? Para eso están las embajadas. Y los diplomáticos. "Yo no agravio al Ejército Mexicano. Todo lo contrario. Respeto su origen y papel. Ejército nacido tras la traición a Madero. Y su muerte. Llevamos décadas sin asonadas ni levantamientos. Saturnino Cedillo fue el último. Ejército leal a las instituciones. Reconoce al gobierno civil. Y estos -asieenta López Obrador- son otros tiempos. "No iré a vivir muy pronto a Palacio Nacional. Tengo que esperar a que mi hijo concluya su año escolar. Su escuela queda a cuatro calles de nuestra casa. Continuaré ahí. Luego decidiré la conveniencia de vivir el Palacio Nacional. No ocuparía todo ese edificio. Ahí está la Secretaría de Hacienda. Y la oficina del Presidente. La seguridad de ese sitio está más que garantizada. "También sopeso -redondeo- la posibilidad y conveniencia de vivir en una casa cercana a Palacio Nacional".
En el centro de las miradas -y del interés- el señor López Obrador parece indiferente; ajeno. Hasta distante. Entre el empresario -exgobernador de Veracruz y viejo conocido suyo- Miguel Alemán Velasco y el maestro Aristóteles Sandoval -gobernador de Jalisco- deja que lo escudriñen las decenas de empresarios, diplomáticos, negociantes, nacionales y extranjeros que acuden a la Cumbre de Negocios.
Puede permanecer muchos minutos con la mirada fija en un fotógrafo que se contorsiona, se equilibra, se malabarea para conseguir una placa. Juzga la minuciosidad de su trabajo. El cambio de una lente. El ajuste del obturador. Él, López Obrador permanece silencioso. Une sus manos. Las entrelaza. No procura corregir el nudo de la corbata ni la corrección de una solapa o el puño de la camisa. está aquí. Tranquilo e impasible. Contra la corrupción. Contra el derroche. Por la inversión en obra duradera. Por la educación de jóvenes. "Que los patrones los tomen como aprendices. Que las universidades virtuales se multipliquen, "Duele que cada año miles de jóvenes sean rechazados. Es que no pasan el examen de admisión, les dicen. Y los rebautizan "ninis". Ni estudian. Ni trabajan. ¿Cómo? Preferibl tenerlos en la escuela a que vaguen en las calles. Preferible en el aula al riesgo de que los capture el crimen...