BERLÍN, Alemania.- La canciller alemana, Angela Merkel, llamó a los afectados por los aranceles estadounidenses a forjar una "posición común". La Unión Europea, dijo, debería cooperar con China, inmersa ya en una incipiente guerra comercial con Washington, pero también con México y Canadá, a los que el Gobierno de Trump ha incluido en la lista de economías cuyo acero y aluminio está sometido a tasas punitivas.
Estos dos países, dijo, se encuentran en una "difícil" renegociación para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al comparecer ante la Cámara Baja pidió a los socios europeos unidad y más "consistencia" en la defensa de sus "intereses", aunque reiteró su apuesta por un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
A unos días de la próxima cumbre de líderes del G7, que se celebra el viernes y sábado en Canadá, Merkel reconoció que las diferencias comerciales con EU pueden derivar en que no se alcance una postura común en este ámbito.
Es posible, dijo, que la cumbre no genere un comunicado sobre comercio y que se limite a que la presidencia canadiense ofrezca un resumen de lo tratado, algo que evidenciaría las grietas entre este grupo de economías industrializadas tradicionalmente bien avenido.
Angela Merkel aseguró que acude a la cita con "buena voluntad", pero subrayó que no tiene sentido ceder en principios esenciales, como el libre comercio y contra el proteccionismo, con el único objetivo de alcanzar un acuerdo, porque el texto final estará demasiado aguado.
La jefa del Gobierno alemán indicó que, pese a las diferencias, Alemania mantiene su "disposición al diálogo", también ante la amenaza de Washington de aplicar aranceles punitivos a los coches europeos.
La canciller señaló no obstante que los diferencias con Washington -que no se ciñen a las cuestiones comerciales y abarcan otros asuntos clave como el abandono de EU del Acuerdo de París contra el cambio climático y el acuerdo nuclear con Irán- se hablarán abiertamente, como hacen los socios, y auguró conversaciones "difíciles" por la "variedad de disensos".