México registrará un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) de 2.0 por ciento este año, debido al dinamismo mostrado por la economía hacia finales de 2017, estimó el banco de inversión Merrill Lynch que ajustó al alza su previsión de crecimiento que en un inicio la ubicó en 1.6 por ciento.
En un informe emitido este miércoles, el banco con sede en Nueva York destacó que espera un crecimiento anualizado de 2.3 por ciento en el primer semestre de 2018, antes de las elecciones de julio próximo en México, seguido de una desaceleración de 0.5 por ciento para el resto de 2018.
El pronóstico consideró el impulso positivo de un mayor crecimiento en Estados Unidos, así como el impacto negativo de una política monetaria en contracción.
“Esperamos que 2018 tenga una mejor demanda externa que 2017, pero peor gasto doméstico. En otras palabras, mejores exportaciones, pero peor consumo interno e inversión”, según el informe, encabezado por el economista Carlos Capistrán.
Merrill Lynch ajustó asimismo su estimación de crecimiento para la economía del país en 2019, de 2.0 a 2.2 por ciento, a fin de reflejar la más alta base de la que partiría la expansión para el siguiente año.
El informe resaltó que la expansión de 1.8 por ciento del cuarto trimestre de 2017, respecto del mismo periodo de 2016, fue mejor a la esperada. Explicó que parte del aumento se debió a que los terremotos de septiembre pasado afectaron el crecimiento nacional en el tercer trimestre del año anterior.
El principal motor de la economía durante el trimestre final de 2017 fue el sector de los servicios, así como la recuperación tras los sismos. La razón por la que los servicios mantienen su dinamismo es debido a la fuerte demanda externa, de acuerdo con el banco.
En México, muchos servicios están relacionados con la industria exportadora, y las exportaciones han repuntado debido a la sólida demanda mundial y de Estados Unidos. Los servicios crecieron a una tasa anualizada de 2.2 por ciento en el segundo semestre de 2017.
En cambio, el sector industrial aumentó sólo 0.4 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado, respecto del periodo inmediato anterior, afectado por la baja producción de petróleo.