Los préstamos personales, de nómina o para comprar auto, así como el financiamiento a través de tarjetas de crédito, aumentaron sólo 6.4 por ciento en marzo pasado. Esta cartera de crédito fue la de menor crecimiento en el lapso de referencia, según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Esta tendencia se mantendrá en el mediano plazo, adelantó la calificadora Fitch Ratings.
Durante el tercer mes del año, el crecimiento de la cartera de crédito total fue de 10.1 por ciento, aunque en esta ocasión fue estimulado por el rubro comercial, que repuntó 11.2 por ciento en ese lapso.
Las compras de bienes y servicios representan 70 por ciento de la actividad económica. La desaceleración en el crédito al consumo ocurre en un contexto en el que el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 0.2 por ciento anual.
La calificadora Fitch Ratings señaló que el comportamiento del crédito al consumo seguirá con un bajo crecimiento en el mediano plazo, incluso cuando prevé que el Banco de México (Banxico) baje 100 puntos base la tasa de interés referencial en los próximos dos años.
El principal obstáculo que ve la agencia para el crecimiento en el financiamiento es la lenta expansión de la economía, pues se espera que crezca por debajo de dos por ciento durante los próximos 10 años, según los analistas encuestados por el Banco de México.
“Fitch espera que el Banco de México baje las tasas 100 puntos base de manera acumulada para fines de 2020, desde el nivel actual. Sin embargo, las tasas más bajas pueden no generar una demanda crediticia o de préstamos bancarios sustancialmente mayor, mientras la economía se mantenga estancada y el gasto del consumidor sea débil”, destacó.
El banco Ve Por Más señala que la cartera de consumo es la segunda más grande de los bancos, pues representa uno de cada cinco pesos que prestan, sólo debajo de la cartera comercial, que equivale a 64.2 por ciento del total.
Al interior del financiamiento al consumo, los créditos personales fueron los que tuvieron el peor comportamiento en marzo, pues sólo crecieron 2.1 por ciento, seguidos por el dinero otorgado a través de tarjetas de crédito (+4.7 por ciento).
Las carteras que tuvieron un crecimiento más activo fueron las de nómina (+8.4 por ciento), al tiempo que el dinero que se otorgó para las compras de autos aumentó 16 por ciento, incluso cuando las ventas de vehículos nuevos están en su peor momento desde 2015.
Sin embargo, en el acumulado trimestral las cifras del consumo fueron a la baja, pues los datos de la CNBV muestran que el crédito al consumo alcanzó un billón 42 mil millones de pesos, un crecimiento de apenas 2.3 por ciento anual.
El organismo detalló que los créditos personales tuvieron una caída de 1.4 por ciento, mientras que el saldo de los plásticos apenas creció 0.7 por ciento, pese a que en los primeros tres meses del año la confianza del consumidor mostró niveles históricos.
Sin embargo, los mexicanos son más pagadores, pues el Índice de Morosidad (Imor) de la cartera total fue de 2.09 por ciento, 0.10 puntos porcentuales menos que en los primeros tres meses de 2018.