En 2026, México, Estados Unidos y Canadá realizarán la primera revisión formal del T-MEC, el acuerdo que en 2020 reemplazó al TLCAN.
Este evento, que reunirá a los tres países en un contexto de cambio político, evaluará el funcionamiento del tratado y definirá si se extiende su vigencia por otros 16 años, considerando las necesidades económicas y políticas de la región.
¿Qué es el T-MEC y en que consiste?
El T-MEC, vigente desde el 1 de julio de 2020, guía las relaciones comerciales de América del Norte hasta 2026, cuando los tres países decidirán si extenderlo hasta 2042. En caso de que no se logre un acuerdo, el tratado se revisará anualmente a partir de ese año.
El proceso de revisión inició en diciembre de 2023, cuando México estableció una mesa de alto nivel con representantes del gobierno, sector empresarial y expertos en comercio para definir una postura común ante sus socios comerciales.
Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá liderarán las negociaciones, en coordinación con representantes del sector privado, como el Cuarto de Junto en México, cuyo objetivo es que las necesidades de la industria nacional se reflejen en el acuerdo.
En Estados Unidos, la American Society y el Comité de Competitividad de América del Norte también jugarán un papel relevante, especialmente por las preocupaciones de empresarios sobre cambios legales en México que podrían afectar la inversión.
En entrevista con este medio, Larry Rubin, presidente de la AmCham, destacó que los empresarios estadounidenses esperan una reestructuración más completa del tratado.
“Estos cambios provocan que los inversionistas piensen dos veces antes de apostar por México (...) Las empresas estadounidenses están observando de cerca los cambios legales en México, particularmente aquellos que afectan la resolución de disputas comerciales. Si los mecanismos de resolución de conflictos se ven debilitados, podríamos estar hablando de una renegociación más que de una simple revisión”, comentó.
¿Qué se evaluará en la revisión del T-MEC 2026?
La revisión evaluará la efectividad del T-MEC y sus disposiciones para adaptarlas a las demandas actuales, como el comercio digital y la innovación tecnológica. Además, el nearshoring es un objetivo clave para México, que buscará hacer del tratado un marco atractivo para la inversión en la región.
El sector automotriz, uno de los pilares de la economía norteamericana, será un tema central.
La revisión podría abordar la transición hacia vehículos eléctricos y tecnologías limpias, para mantener la competitividad de la región en un mercado global con crecientes exigencias sostenibles.
Impacto político en el proceso
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2024 influirán en el futuro del T-MEC, debido a que algunos candidatos han expresado críticas hacia el tratado.
De acuerdo con comentarios de la iniciativa privada mexicana, una posible victoria de Harris indicaría continuidad en las políticas de la administración Biden, que priorizan la manufactura nacional estadounidense.
Una diferencia notable es que en 2020 Harris votó en contra del T-MEC, firmado durante la administración Trump y programado para revisión en 2026.
Por su parte, entre las propuestas políticas más destacadas de Trump está su apoyo a aranceles generales del 60 por ciento a las importaciones chinas y del 10 por ciento a todas las demás importaciones, aunque es probable que esto enfrente un rechazo político significativo.
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La revisión del T-MEC en 2026 representará una oportunidad para ajustar el acuerdo a fin de mantener a América del Norte como una región competitiva y adaptada a los cambios globales.