Enciende la sequía focos rojos, ya que más del 85 por ciento del territorio nacional está afectado por falta de lluvias y el 73 por ciento de las presas se encuentran por debajo del 50 por ciento de su capacidad.
“Un campo sin agua será un terreno árido que pone en riesgo la producción de alimentos en el país ”, aseguró el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), José Escalante.
Ante el hecho de que las presas del Noroeste están en los niveles históricos más bajos, algunas en promedio de 11 por ciento, los agricultores toman decisiones, incluso de sí continuar con cultivos como el maíz o cambiar a otro.
En Sinaloa, los productores que no tuvieron el último riego se conformaron con cosechar forraje para el ganado.
Y en el caso de Tamaulipas, “se van a perder miles de hectáreas de sorgo porque no tienen agua por el bajo volumen en las presas que están a 18 por ciento de su almacenamiento”, dijo el presidente de la UMFFAAC.
"El agua es factor determinante en la producción agrícola, por lo que la industria de cultivos se pronuncia a favor de incrementar la inversión pública y privada en la investigación y tecnificación hídrica", dijo.
Así como de una continuidad transexenal que genere infraestructura para la eficiencia de uso del agua, además de mayor capacitación en el manejo de agroquímicos que ayuden a reducir el consumo del vital líquido.
Según el Monitor de Sequía en México, al 15 de mayo, el porcentaje del territorio nacional que presenta un grado de sequía es del 70.76 por ciento, mientras que el 14.82 por ciento de la superficie se encuentra en la categoría de anormalmente seco.
El parámetro de “anormalmente seco” según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), es la condición que se presenta al inicio o al final de un período de sequía y puede ocasionar el retraso de la siembra de los cultivos anuales.
También puede provocar un limitado crecimiento de los cultivos o pastos y existe el riesgo de incendios.
Refiere el dirigente de la UMFFAAC que el porcentaje de la superficie del país que presenta algún grado de sequía se incrementó sensiblemente del 29 de febrero al 15 de mayo, al pasar de 56.64 por ciento a 70.76 por ciento.
Además, en la Primera Sesión Ordinaria 2024 de la Comisión Intersecretarial para la Atención de Sequías e Inundaciones (CIASI) 2024, se informó que del 1 de enero al 8 de abril de 2024, se registró un déficit de precipitación acumulada del 30.3 por ciento por debajo del promedio de 1991 al 2020.
Comentó que para la UMFFAAC, el problema del agua no es nuevo y es materia de estudio en cualquier parte del mundo. Sin embargo, este dilema en México se observa claramente en las presas, porque tienen niveles bajos como no se habían visto desde que se construyeron, por lo que es necesario invertir en el uso eficiente de este vital recurso.
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), de la Secretaria de Agricultura, en su reporte de Almacenamiento de Agua en Presas de Uso Agrícola del 20 de mayo, informa que:
De 138 presas, 52 presentan niveles por debajo de su capacidad, 49 entre veinte y cincuenta su capacidad y solo 37 están arriba del 50 por ciento.
Un hecho importante es que las presas del noroeste están en sus niveles históricos más bajos. Algunas de ellas se encuentran en promedio en 11 por ciento y son las que abastecen de riego a las zonas agrícolas de esa región del país.
Y hay casos en Sinaloa en que las presas están al 50 por ciento abajo del promedio de los últimos cinco años. Y en las mismas circunstancias está el Estado de Sonora.
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“La industria de protección de cultivos observa un tema serio en la captación de agua y los agricultores toman ya una decisión, incluso de sí continuar con cultivos como el maíz o cambiar, como los productores de Sinaloa, donde no tuvieron el último riego y se conformaron con cosechar forraje para ganado”, aseguró José Escalante.