El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que no se va a permitir que la Casa Blanca intervenga con un equipo de vigilancia en la discusión de la reforma eléctrica y reiteró que tampoco está dispuesto a que la iniciativa sea modificada.
Tras el encuentro del jueves en Palacio Nacional, con John Kerry, enviado especial para el Clima del gobierno de Estados Unidos y con empresarios estadounidenses, para acordar políticas más limpias de producción de energía y resolver conflictos sobre contratos que se podrían revocar con su reforma eléctrica, el mandatario mexicano, dijo en su conferencia matutina de este viernes que no es posible que se acepte este grupo de seguimiento.
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“Yo me quedé callado (en la reunión con Kerry), no se aceptó, a lo mejor ellos pensaban que eso iba a ser aceptado y alguien se adelantó a decir que nosotros íbamos a aceptar que casi vigilara nuestra actuación”, apuntó el presidente, mientras reiteró que “eso no podría aceptarse”.
Además, mencionó que en la reunión, los empresarios acusaron que no se estaría cumpliendo con el Tratado de Libre Comercio con su reforma eléctrica; sin embargo, López Obrador aseveró que les respondió que si había actos de reincidencia de empresas vinculadas al robo de energía, se van a aplicar sanciones penales, lo que incluía revocación de contratos.
El presidente al presentar el proyecto de reforma eléctrica que mostró a Kerry en su conferencia, habló de los contratos para compartir utilidades con las compañías extranjeras en materia energética y aclaró en torno a esto, que no estaba de acuerdo con él, sin embargo, señaló que se van respetar; pero reprochó que todavía no hay inversión.
Subrayó en este sentido que su gobierno está actuando “con tolerancia, sin autoritarismo, sin arbitrariedad” en la participación de empresas privadas y la reforma eléctrica.
El presidente adelantó que serán cancelados los contratos de autoabasto pues considera que representan robo de energía. “Están declarados ilegales y no podemos violar nuestras leyes”, sentenció.
Expresó que su iniciativa no tiene carácter estatista o expropiatorio y aclaró que lo que persigue es rescatar a las paraestatales de México por seguridad nacional y para establecer precios justos.
López Obrador aprovechó para negar que su reforma en materia eléctrica vaya a generar contaminación.
“No es cierto que la iniciativa tenga que ver con promover las energías sucias, no es cierto que no nos interese promover energía eólica, energía con agua en las hidroeléctricas. Estamos haciendo un gran esfuerzo porque ya no vamos a crear ninguna planta que produzca energía con carbón”, mientras aseguró el mandatario que en México hay solo 3 plantas que trabajan con carbón y funcionan al 50%”.
Kerry busca ajustes a la política ambiental para generen energía limpia
Ayer, John Kerry dijo que su gobierno está buscando un avance efectivo para la reforma eléctrica en México. “El tema de la reforma energética está sobre la mesa aquí en México. Presentamos con nuestro embajador (Ken Salazar) ideas de cómo esa reforma puede mejor las posibilidades de avanzar de manera efectiva”, dijo Kerry.
Sin embargo, ayer, fuentes allegadas al Gobierno mexicano, informaron a El Sol de México que en el encuentro entre López Obrador con los funcionarios y empresarios, se ofrecieron ajustes a la política ambiental para fomentar proyectos que generen energía limpia y que, además de tratar asuntos ambientales, la reunión fue tensa, pues tuvo que ver con los contratos de empresarios estadounidenses que podrían ser revocados con su reforma eléctrica.
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Al respecto, el presiente dijo este viernes que se les dejó claro a los estadounidenses que se va a dar prioridad a las paraestatales de México: Pemex y CFE.