El sector energético de México perdió atractivo ante los inversionistas internacionales, debido a la política energética del gobierno federal que se encamina a fortalecer los monopolios de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), advirtió el Instituto México del Wilson Center.
El director del organismo, Duncan Wood, dijo a la agencia Europa Press que México era el país más atractivo de América Latina y entre los países emergentes, pero la nueva política genera desconfianza entre los inversionistas.
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El objetivo de la Secretaría de Energía (Sener) y la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es fortalecer a las empresas productivas del Estado y echar atrás la “mal llamada Reforma Energética”, que fue aprobada en 2014 por la administración anterior.
El primer movimiento del presidente para desmantelar la Reforma Energética fue frenar la realización de las rondas petroleras, que consisten en licitar algunos campos de petróleo que tiene el país para que sean explorados y explotados por las empresas privadas que hagan la mejor oferta al gobierno mexicano.
Además, en mayo pasado, la Secretaría de Energía emitió el Acuerdo por el que se emite la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que limita la participación del sector privado en la generación de electricidad a través de fuentes renovables, al tiempo que suspendió las subastas eléctricas de largo plazo.
La emisión de este reglamento causó una cascada de amparos del sector privado, mientras que la Unión Europea advirtió en una carta enviada a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, que la disposición puso freno a 44 proyectos de energías renovables en 18 estados del país, que representan inversiones por seis mil 400 millones de dólares.
“La política (energética) está matando la inversión privada en México, no solamente en el sector energético, también está impactando mucho a la inversión en otros sectores”, añade el director del Instituto México del Wilson Center.
“AMLO y su equipo están obsesionados con centralizar el control del sistema. No confían nada en el sector privado y ven que controlar el sistema energético del país es una fuente de poder político muy importante”, dijo.
CREARÁN EMPRESA
El gobierno federal prevé realizar una alianza con la iniciativa privada para importar petróleo ligero y abaratar los costos de producción de las gasolinas. “Acaba de presentarse un proyecto nuevo que va a reforzar, que es una inversión de particulares. Consiste en que están ellos logrando un acuerdo con productores de petróleo de Estados Unidos que están extrayendo crudo, un petróleo superligero que están produciendo”, comentó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de ayer.
Añadió que Pemex sería la encargada de formar esta alianza, buscando en todo momento tener la mayoría de las acciones de dicha empresa.
“Estamos nosotros de acuerdo, siempre y cuando Pemex tenga mayor número de acciones, sea empresa mayoritaria”. Según lo descrito por el presidente, esta empresa ofrece traer petróleo ligero desde Estados Unidos y hasta el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, así como solventar el capital de inversión, ya que dijo, “no tendríamos nosotros ya más presupuesto público”.
“Entonces, esta empresa de mexicanos ofrece tener petróleo ligero, traerlo al istmo -por eso también nos importa mucho todo el desarrollo del istmo- y ahí poner estas plantas y hacer una sociedad con Pemex”, detalló.
Actualmente, sólo dos empresas tienen permiso de la Sener para importar hidrocarburos: Trafigura México y Hokmot Labs, donde la primera cuenta con permiso de importar hasta 175.2 millones de barriles de crudo ligero, mientras que la segunda, sólo cuenta con el aval de traer al país un barril.
El presidente añadió que Pemex promoverá la explotación de campos petroleros que cuenten con este tipo de hidrocarburo, que se ubica especialmente en el litoral de Tabasco y Campeche, así como en campos terrestres. Actualmente, seis de cada 10 barriles que produce Pemex son de petróleo pesado, cuya refinación es más cara.