La gente tiene miedo de invertir en una hipoteca, no sabe qué ocurrirá en materia política y económica y tampoco si tendrá empleo. El resultado es una caída de 30 por ciento en la venta de inmuebles nuevo en el primer trimestre del año.
“Estamos viendo que a veces las reglas cambian con este nuevo gobierno. Hay incertidumbre y no sabe (la gente) en qué invertir. Y también por el aumento del desempleo la gente tiene miedo acerca de si tendrá su trabajo cinco, seis o siete años que dura una hipoteca, más o menos”, dice a El Sol de México la directora de Mercadotecnia de HIR Casa, Penélope Vernis.
El financiamiento se contrajo sobre todo en las zonas metropolitanas del país, aunque en el interior la gente tiene más confianza para invertir en ladrillos. "En ciudades como Mérida, Tijuana y Guadalajara la gente sigue comprando departamentos y casas para rentarlos”. señala.
En la Ciudad de México el sector está más contraído. Incluso, hay poco más de 220 obras detenidas, sobre todo condominios, lo cual ha creado un panorama incierto y la gente evita comprometerse con financiamientos a largo plazo.
“En las alcaldías no están concediendo los permisos de construcción. Yo creo que se están cuidando o buscando gente especializada para otorgarlos”, consideró la ejecutiva.