La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la Covid-19 en México orilla a los trabajadores migrantes a caer en manos de “enganchadores”, conocidos como polleros, y de la delincuencia organizada para cruzar las fronteras en busca del sustento familiar.
Durante la presentación de la “Evaluación preliminar sobre el impacto de la pandemia de Covid-19 en la migración laboral y las prácticas de contratación”, señaló que las restricciones sanitarias y los efectos de la pandemia propician “una situación migratoria irregular”, que incrementa la vulnerabilidad y riesgos de que se inserten en el sector informal o acepten trabajos “abusivos y precarios”.
También, señaló que las nuevas condiciones sanitarias impuestas por los gobiernos y los retrasos en la contratación pueden conducir a los trabajadores a buscar servicios informales de contratación, el ofrecimiento de contratos para empleos no disponibles, cobros indebidos, poca o nula información sobre la pandemia global y viajar en condiciones irregulares.
“Hay gente que paga 150 mil pesos para poder ser llevado a los Estados Unidos, gente que en muchas agencias de contratación y enganchadores les piden dinero, eso es una realidad, y alguien que se arriesga a irse por su propia cuenta tiene que pagar derecho de paso con el narco”, comentó el padre Vicente Narvaez.
El Centro de Estudios en Cooperación Internacional y Gestión Pública señaló que el fraude en el reclutamiento es un gran problema debido a la escasa vigilancia de las autoridades competentes y que, en medio de la pandemia, es posible que aumente el número de fraudes.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración señaló que existe el riesgo de que trabajadores caigan en la irregularidad migratoria, “pues muchas empresas siguen en cuarentena o se están viendo obligadas a cerrar. Quizás habrá un desplazamiento del empleo nacional porque México se va convirtiendo en un país de destino. Las personas extranjeras van a tener que intentar regresar a su país de origen o caerán en la irregularidad al no poder renovar sus contratos en las empresas que se están viendo afectadas”.
Las personas trabajadoras migrantes representan al menos el 4.7 por ciento de la fuerza laboral mundial, aproximadamente 164 millones de trabajadores, quienes en su mayoría realizan trabajos en en sectores económicos esenciales como la agricultura, la industria agroalimentaria, la construcción, servicios, salud, trabajo doméstico y de cuidados.
De acuerdo con la OIT, el total de empleos en riesgo de afectación por la pandemia en México rebasaba los 24 millones en octubre de 2020, lo que representa el 44 por ciento del total del empleo en el país.
La evaluación se realizó mediante evidencia documental y cuestionarios a migrantes, sindicatos, empresas, gobierno y sociedad civil, con el objetivo de reflejar las realidades emergentes y cambiantes y la necesidad de apoyar intervenciones localizadas y estrategias de mitigación en el menor tiempo posible, dado lo apremiante de las circunstancias derivadas de la misma pandemia.
En sus resultados, las encuestas arrojaron que agencias, sindicatos y organizaciones de civiles coinciden en que se incrementaron las medidas sanitarias para la contratación, que la migración laboral sólo es accesible para sectores específicos; que la migración laboral interna continúa, así como que el retorno o repatriación de migrantes aumentó a raíz de la pandemia
Los sectores consultados también coincidieron en que las principales consecuencias que la pandemia ha provocado en las personas migrantes tienen que ver con la reducción o pérdida de empleos; las dificultades para volver al país de origen; la falta de subsidios, y los riesgos de contraer la Covid-19 por entornos de trabajo o vivienda poco seguros.
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Por otro parte, las agencias privadas de reclutamiento, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil sugieren un impacto más negativo que los gobiernos y las organizaciones de empleadores, y coinciden en mayor medida en que el acceso a oportunidades de trabajo en el extranjero y en el propio país se han reducido.
Así mismo, refirieron que se han perdido oportunidades de empleo en los países de destino; que las personas trabajadoras migrantes enfrentan dificultades para volver a su lugar de origen; viven paro de labores forzados sin subsidios y que no tienen acceso a los servicios de apoyo implementadas por los gobiernos extranjeros.
Maria Gallotti, de la OIT, recordó que el próximo año presentarán la segunda etapa de la Estrategia Global sobre Contratación Equitativa, que arrancó en 2014 y que marcará el rumbo de las políticas laborales en los próximos cinco años.
Dijo que se incluirá la información que recopilaron a través de esta evaluación preliminar, a fin de “diseñar la nueva estrategia junto para que pueda efectivamente acercarse más a las necesidades que están emergiendo en este nuevo contexto que esta en rápida mutación”.
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