El peso mexicano avanza la mañana del viernes un 0.35 por ciento a 16.7766 unidades frente al dólar, llegando a su mejor nivel desde diciembre 2015 mientras acumulaba seis jornadas consecutivas de ganancias.

La fuerte apreciación del peso en la semana se ha producido en un contexto de desaceleración en los precios al consumo en Estados Unidos en junio que apuntaban a una posible relajación de la política monetaria alcista de la Reserva Federal.

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El fortalecimiento prolongado del peso se ha dado de la mano de una depreciación de la moneda vecina, el dólar.

"Cabe recordar que en la semana, el dólar estadounidense se ha debilitado en 2.02 por ciento, ante la expectativa de que la Fed esté cerca del final del ciclo de incrementos a la tasa de interés", dijo Gabriela Siller, analista senior de Banco Base, en una nota enviada a clientes.

En el conjunto de la semana el peso se encaminaba a una subida superior al por ciento, además de acumular seis jornadas consecutivas de alzas, un incremento y una racha alcista continuada que no se habían visto desde marzo.

Aunque la contundente apreciación de la moneda ha sido celebrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, algunos especialistas también han apuntado a los efectos negativos que podría tener esta alza particularmente para las exportaciones y las remesas al país latinoamericano.

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En lo que va de año el peso mexicano acumula una apreciación cercana al 14 por ciento.