Ante un mejor entorno económico por la llegada de empresas extranjeras y buen desempeño de Estados Unidos, Moody’s elevó su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana de 2.4 a 3.3 por ciento en 2023.
A través de un reporte, el área de análisis de la calificadora reconoció que el desempeño de México superó las expectativas, pues a inicios de año se apostaba por una desaceleración y mayor complejidad ante una elevada inflación.
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“La economía de México también superó nuestras expectativas en la primera mitad del año debido a una combinación de crecimiento del gasto de capital del sector público, inversiones relacionadas con el nearshoring y un crecimiento mejor de lo esperado en Estados Unidos, su mayor socio comercial”, dijo la institución.
En su actualización global de perspectivas económicas, Moody’s agregó que para 2024 se prevé una expansión de 1.9 por ciento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, en medio de un proceso de desinflación y entorno más favorable para países emergentes.
La agencia añadió que el riesgo de recesión en Estados Unidos ha disminuido, pero es necesario continuar con los esfuerzos para que la inflación disminuya de manera sostenible hasta alcanzar la meta de la Reserva Federal (Fed).
“Para los países de mercados emergentes del G-20, esperamos que el crecimiento del PIB real en 2023 sea ligeramente superior del 4.3 por ciento, frente a nuestra estimación anterior del 3.9 por ciento, debido a revisiones significativas al alza de nuestras previsiones de crecimiento del PIB real para 2023 para India, México y Brasil”, resaltó.
La nueva expectativa de crecimiento de Moody’s está por arriba del estimado por el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que esperan un alza de tres por ciento como consecuencia de la relocalización de compañías extranjeras, un fenómeno conocido como nearshoring.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), tan sólo en el segundo trimestre del año el país creció a una tasa anual de 3.6 por ciento, impulsado por las actividades secundarias, que están relacionadas a la industria.
“Confiamos en nuestra opinión de que la inflación seguirá moderada en las economías avanzadas. Sin embargo, persisten los riesgos para las perspectivas de inflación derivados de los aumentos de los precios de las materias primas y una demanda excepcionalmente resistente”, puntualizó Moody’s.