La suspensión de la venta de petróleo de México al extranjero disminuirá los ingresos que tiene el gobierno federal y Petróleos Mexicanos (Pemex), situación que pondrá en riesgo la calificación crediticia de ambas entidades en el mediano plazo, coincidieron analistas de la calificadora Moody's.
El domingo pasado, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo en Tabasco que durante su administración se producirá sólo el petróleo necesario para el consumo interno y se dejará de vender crudo al extranjero.
“Vamos a extraer sólo lo que sea necesario para el consumo interno. Necesitamos cerca de dos millones 500 mil barriles. Esa es la meta y no producir 3.4 millones como en 2003. Es un recurso no renovable y hay que cuidarlo”.
Nymia Almeida, analista de Moody's, dijo que la petrolera obtiene la mayor parte de sus ingresos de la venta de petróleo, mismos que alimentan a las finanzas públicas, por lo que entre menos ingresos tenga, se va a reflejar en el presupuesto. Almeida alertó que la petrolera quedaría expuesta a la volatilidad del tipo de cambio, pues la mayoría de sus ingresos serían en pesos, a partir de la venta de gasolinas en el mercado doméstico, lo que complicaría el pago de su deuda.
Precisó que del total de la deuda, 87 por ciento, está en dólares, situación que complicará la solvencia de Pemex.
Jaime Reusche, analista líder de la agencia, mencionó que si la calificación cambia en la petrolera, puede tener repercusiones en el indicador nacional, en caso de que el gobierno entrante no encuentre un sustituto para los ingresos fiscales que dejarán de entrar al gobierno federal por la venta de petróleo.