Rusia sigue recibiendo las consecuencias del ataque militar que lanzó contra Ucrania, luego de que este sábado las calificadoras Moody's y S&P rebajaran su calificación crediticia a basura; asimismo, S&P y Fitch Rankings recortaron la de Ucrania por preocupaciones de impago.
Los mercados financieros de ambos países se han visto sorprendidos por los acontecimientos de esta semana, que se consideran el mayor ataque militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y que han provocado duras sanciones occidentales a Moscú.
S&P rebajó la calificación crediticia de Rusia a largo plazo en moneda extranjera a "BB+" desde "BBB-", y advirtió que podría rebajar aún más las notas, tras obtener más claridad sobre las repercusiones macroeconómicas de las sanciones.
"En nuestra opinión, las sanciones anunciadas hasta la fecha podrían tener importantes implicaciones negativas para la capacidad del sector bancario ruso de actuar como intermediario financiero para el comercio internacional, dijo S&P, quien también recortó la calificación de Ucrania a "B-" desde "B".
Rusia tiene ahora una calificación de grado de inversión de Baa3 por parte de Moody's y una equivalente de BBB- por parte de Fitch, debido a que tiene uno de los niveles de deuda más bajos del mundo, con sólo el 20% del PIB, y casi 650 mil millones de dólares de reservas de divisas.
Una rebaja de la calificación, sin embargo, arrastraría esa nota a la categoría más arriesgada de basura o grado de subinversión.
"La decisión de revisar la calificación para rebajarla refleja las implicaciones crediticias negativas para el perfil crediticio de Rusia de las sanciones adicionales y más severas que se están imponiendo", dijo Moody's en un comunicado.
Las revisiones de las calificaciones soberanas pueden llevar meses, pero es probable que esta vez sean más rápidas.
Moody's dijo que su decisión tendría en cuenta la escala del conflicto y la severidad de las sanciones occidentales adicionales, que ya han afectado a algunos de los principales bancos rusos, a las exportaciones militares y a los miembros del círculo íntimo del presidente Vladimir Putin.
Añadió que también sopesaría el grado en que las sustanciales reservas de divisas de Rusia son capaces de mitigar los efectos de las nuevas sanciones y el prolongado conflicto.
"Moody's buscará concluir la revisión cuando estas implicaciones crediticias sean más claras, particularmente cuando el impacto de las nuevas sanciones tome forma en los próximos días o semanas", dijo.
Moody's también puso en revisión para una rebaja la calificación B3 de Ucrania, ya de por sí mala. Sin embargo, Fitch no esperó y ha rebajado inmediatamente su calificación del país en tres escalones, hasta CCC desde B.
Explicó que "existe una alta probabilidad de que se produzca un período prolongado de inestabilidad política, con un probable cambio de régimen como objetivo del presidente Putin, lo que crearía una mayor incertidumbre política y podría socavar también la voluntad de Ucrania de pagar la deuda".
Moody's también había advertido que un fuerte conflicto podría dejar a Kiev con dificultades para hacer frente a los pagos de la deuda.
Scope, una agencia de calificación europea más pequeña, ha calculado que la deuda pública ucraniana podría superar el 90% del PIB en 2024, desde el 50% actual, mientras que S&P Global también advirtió el viernes de una serie de rebajas de calificación como consecuencia de la guerra.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está explorando todas las opciones para ayudar a Ucrania con más apoyo financiero, dijo su directora, Kristalina Georgieva.
El banco central ruso ha reforzado a su sector bancario con miles de millones de divisas internacionales y liquidez en rublos, mientras que el gobierno ha prometido por separado un apoyo total a las empresas afectadas por las sanciones.
No es la primera vez que Rusia es rebajada a la categoría de basura. Tanto Moody's como S&P tomaron medidas similares a principios de 2015, después de que la anexión de Crimea y el desplome de los precios del petróleo provocaron una crisis del rublo.
Hay serias preocupaciones en torno a la capacidad de Rusia para gestionar el impacto disruptivo de las nuevas sanciones en su economía, finanzas públicas y sistema financiero, dijo Moody's el viernes.