El problema del e-comerce, explica Maitane Sagastuy, es que por más que esté de moda, la verdad es que puede ser caro y complicado. Esto ha dejado fuera de la revolución tecnológica a una gran capa de la población que no pretende lidiar con estas ineficiencias.
La plataforma que Maitane está ayudando a construir en México, Muni, busca comenzar una verdadera democratización del e-comerce que aún no llega.
Como Maitane la describe, Muni es el primer social e-comerce de Latinoamérica.
Se trata de una plataforma donde usuarios pueden hacer la compra digital de bienes de consumo básico, como frutas, verduras, despensa y otros pero con la particularidad de hacerlo con la intermediación de un "líder comunitario", como Muni les llama.
Este líder comunitario, que puede ser cualquier persona, representa el núcleo del modelo de negocio de Muni. Al funcionar como enlaces entre la plataforma y los compradores finales, los líderes invitan a usuarios a unirse a una red de compra comunitaria, compuesta por ejemplo por vecinos, familiares o conocidos.
Una vez armada la red, los compradores finales realizan sus pedidos en el sitio web de Muni en tanto que los líderes reciben todas las órdenes de compra, las agrupan y confirman a la plataforma. Finalmente reciben la mercancía y la reparten entre los integrantes de la red.
Por ejemplo una madre trabajadora convence a las amigas de la cuadra para hacer sus compras en la página cada semana, éstas, que no tienen tarjeta de crédito, le pagan a ella, el equipo de Muni lleva los productos y la líder finalmente se organiza para hacer el reparto de los víveres en su casa como punto de encuentro.
Según explica Maitane, la adopción de comercio digital entre usuarios de Latinoamérica se enfrenta a tres principales obstáculos: los altos costos que implica la logística y el envío hasta en consumidor final; la confianza que les genera a estos hacer compras a la distancia y sin su supervisión; y por último, diseños de las plataformas existentes de e-comerce poco amigables para los no iniciados en procesos digitales.
Este modelo basado en la compra comunitaria y la figura del líder de comunidad está enfocado en atacar los tres obstáculos al facilitar el proceso de compra, abaratarlo y aportarle certidumbre al haber una persona conocida para el comprador.
"Para alguien que nunca ha participado en una compra en línea hacerlo por primera vez genera mucha incertidumbre y ansiedad porque no sabes si te va a llegar el producto, cómo te va a llegar y qué hacer si si algo no sale como estaba planeado. La forma en que estamos respondiendo a estas barreras es a través de la figura de los líderes de comunidad.
"Tenemos la misión de democratizar el comercio digital, creemos que puede ser más inclusivo y todo se forma con base en nexos comunitarios. Para que más gente se anime al comercio digital tiene que haber una cara conocida, y esa es la de los líderes".
Por ejemplo los productos vendidos a través de Muni pueden ser hasta 40% más baratos en comparación a una cadena de supermercados debido a la compra a mayoreo que se hace entre proveedores de centrales de abasto y los ahorros en la logística.
Otro beneficio para los usuarios es que pueden pagarle al líder comunitario en efectivo por sus productos.
Esto resulta particularmente relevante para Latinoamérica, donde se estima que 60% de la población no está bancarizada y que ha quedado relegada del comercio en línea por no contar con tarjetas de débito o crédito para hacer sus pagos.
"Algunas empresas han buscado solucionar este problema dando la facilidad de pagar en tiendas de conveniencia, pero de nuevo son muchas más fricciones que simplemente pagarle a tu líder y obtener tu producto. Mucho de esto se trata de simplificar las cosas".
Del lado de los líderes, la plataforma les permite generar ingresos gracias a esta intermediación, pues reciben una comisión durante el proceso.
Maitane explica que a diferencia del autoempleo en plataformas de delivery de supermercados, como pueden ser Rappi o Cornershop, los líderes comunitarios en Muni no deben de salir de casa, ellos mismos organizan cuándo se hacen las órdenes de pedidos y cómo se hace el reparto.
"El modelo está enfocado en pasar todos las eficiencias de la cadena de suministro a los líderes en forma de comisión y a los usuarios finales en forma de calidad a precios por debajo del mercado", explica.
En la experiencia de Muni, los líderes más exitosos han podido ganar hasta 5 mil pesos semanales sin tener que salir de casa, algunos de ellos al haber logrado formar redes de más de 50 personas.
Además, dice, la intermediación de un líder comunitario enriquece el tejido social dentro de la red de compradores que se extiende más allá de sólo una compraventa.
"Es un rol mucho más enriquecedor y con mucha más conexión social que otras alternativas para autoemprender. No solo estamos llevando estos productos de alta calidad a buen precio, sino que también estamos proporcionando la oportunidad a muchas familias de poder emprender desde casa utilizando su liderazgo social.
"Muni es una respuesta a las barreras del comercio digital. Esta visión de democratizarlo viene de la creencia que la tecnología con un liderazgo de comunidad realmente puede hacer una diferencia y hacer de toda esta revolución del e-comerce una mucho más inclusiva".
E-COMERCE PARA TODOS
Muni es la creación de la colombiana María Echeverri, una economista y ex futbolista quien antes había trabajado como manager de operaciones y cabeza de unidad para Rappi durante tres años.
La idea de Muni fue materializándose durante un MBA en Stanford –donde María y Maitane se conocieron– basada en el potencial de Rappi para usar tecnología y transformar la vida de las personas, así como en los obstáculos que el e-comerce está viviendo en Latinoamérica en términos de adopción para la base de la pirámide.
Por ejemplo, de acuerdo con un estudio de 2019 de la consultora de mercados IPSOS México, se estima que en el país apenas el 6% de los compradores en línea pertenecía a un nivel socioeconómico bajo, en tanto que otro 19% corresponde a niveles medios.
Según estas métricas, la gran mayoría de compradores viven en hogares donde el jefe de familia cuenta con estudios profesionales o de posgrado, hay internet fijo, al menos un vehículo particular, y se gasta mucho más en educación que en alimentos; perfil que dista de las realidades nacionales.
El modelo adoptado por Muni es parte de la tendencia de e-comerce conocida como "community group buying", caracterizada por agresivas tasas de crecimiento gracias a la reducción de costos para el usuario final a costa de los márgenes de ganancia de las plataformas; especialmente adoptado en China durante la pandemia ante el empuje de gigantes tecnológicos como Meituan, Pinduoduo y Didi.
"El background fue ¿por qué el comercio digital sólo está ayudando a la cúspide de la pirámide?, ¿por qué no podemos ofrecerlo a más personas? y la respuesta fue 'porque era muy caro'.
"Vimos qué estaba pasando en otras partes del mundo y este modelo ha tenido mucho éxito en Asia. Hay muchos factores compartidos con América Latina y decidimos tomar de él elementos y adaptarlos a nuestro contexto", platica Maitane.
Muni comenzó a operar en Colombia justo en los primeros meses del 2020 a la par del desarrollo de la pandemia. Esto le permitió tener un buen recibimiento al facilitar las compras del supermercado de manera económica y sin salir de casa. Rápidamente la plataforma se expandió hacia Sao Paulo, Brasil.
Maitane fue invitada por María a finales del 2020 para abrir el capítulo mexicano de Muni gracias a su experiencia previa en el sector financiero en el Standard Chartered Bank en Londres, Asia y Medio Oriente y con la empresa de medios de pago Pagatech en Nigeria y México.
Hoy Muni contabiliza ocho ciudades donde opera, entre las que se encuentra Valle de México y Pachuca, con más de 100 mil usuarios registrados. Recientemente cerró una ronda de capital cuyo monto y participantes se ha mantenido en reserva pero que según Maitane cumplió las expectativas en cuanto al interés generado entre inversionistas.
"Queríamos probar que este modelo funcionaba, si podíamos tirar todas estas barreras (...) y sí fue así. Hemos tenido un recibimiento muy bueno y hasta inesperado porque realmente llegamos a nuestras metas muy rápido creciendo a doble dígito cada mes".
Para la ejecutiva, el modelo basado en liderazgo comunitario abre todo una abanico de posibilidades para acercar productos y servicios a quienes hasta el momento se han quedado fuera de la revolución tecnológica, como podría ser el mercado de financiamiento.
Sin embargo, según explica, entre los objetivos de corto plazo principalmente está centrarse en productos de primera necesidad, aumentar su variedad y abrir más ciudades en los países donde ya se tiene presencia, siendo la logística y la proveeduría de productos de calidad los mayores retos para lograrlo.
"En los últimos 10 años ha habido una revolución en el e-comerce y un crecimiento gigante con la llegada de Uber, Rappi o más recientemente con Jüsto; sin embargo, todas esas plataformas se han concentrado en un sector con un poder adquisitivo muy alto en esa cúspide de la pirámide y no ha habido una alternativa que también sea igual de innovadora, igual de grande pero que se enfoque en el resto.
"Entonces ¿qué vemos como oportunidad y cuál es el nicho de Muni? Estamos entrando en un mercado que está desatendido, con necesidad y con ganas de ser incluido. Estamos muy emocionados de que lo que hemos estado haciendo y de lo que lo que se viene para los siguientes años".
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