Los señalamientos en su contra como el estratega detrás de las huelgas en Tamaulipas son parte de una guerra sucia de abogados de empresas para debilitar a su hija, la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), apunta el asesor laboral.
“Por qué no voy a poder ser consultor laboral si lo he hecho durante 45 años, es pura guerra sucia que no tiene ningún sustento legal”, dice en entrevista.
Hace poco circuló una fotografía en donde se atrapa un instante de felicidad, de amistad, entre Susana Prieto Terrazas, la abogada de los trabajadores que están en huelga en Matamoros, y el padre de la secretaria del Trabajo.
Alcalde Justiniani dice que la foto fue tomada en 2016, en Chihuahua. “Regreso como cada Navidad a mi tierra a visitar a la familia. Se hace un foro laboral y es un desayuno al que acude un buen grupo de abogados”, explica. “Ese (26) de diciembre de 2016 estuvo la abogada, que es de allá de Chihuahua, se tomó una foto conmigo, pero la han querido manipular como si tuviera que ver algo con las huelgas de Tamaulipas, o como si tuviera un tipo de asociación con ella”.
Tampoco, dice, ha participado como abogado del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) en la huelga. Eugenio Narcia está a cargo, explica.
El licenciado en Relaciones Industriales por la Universidad Iberoamericana se dedica poco a litigar en tribunales laborales, su expertise es asesorar, fijar estrategias e impulsar la capacitación laboral.
El padre de Luisa María es abogado de las asociaciones sindicales de Pilotos Aviadores (ASPA) y de Sobrecargos de Aviación, así como de los sindicatos de Banobras, Bancomext y Nafin. En el pasado asesoró al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, así como a las universidades Autónoma Metropolitana Iberoamericana, la de Chapingo y El Colegio de México.
Alcalde Justiniani acompañó a la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas a interponer una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para demandar democracia sindical en México.
Esa queja fue apoyada por la Confederación Sindical Internacional, SITUAM, y los sindicatos de Trabajadores de la Industria Metálica, Acero, Hierro, Conexos y Similares, el Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana y el de Telefonistas. Alcalde Justiniani es esposo de Bertha Luján Uranga, coordinadora territorial en la campaña de Andrés Manuel López Obrador para la circunscripción del Estado de México, Michoacán y Colima y contralora del gobierno de la Ciudad de México de 2000 a 2006.
—¿Ayuda al SITUAM en la defensa legal de la huelga?—, insistimos.
—No. Durante más de 40 años y en el despacho, que somos seis abogados, han sido los abogados del SITUAM. Ahora han tratado de comprometerme como si fuera una cosa personal, pero en realidad el abogado titular es Eugenio Narcia Tovar.
—¿Qué hace para evitar los señalamientos de un conflicto de interés por su actividad laboral y el puesto ocupado por su hija Luisa María Alcalde?
—Eso es parte de la guerra sucia. Lo único que puedo hacer es aclarar las cosas.
—¿Ya trabajaba en asuntos laborales desde antes de que naciera Luisa María?
—Desde antes de que naciera mi hija.
—¿Todo mundo dice que hay conflicto de interés?
—Eso lo quieren manejar algunos abogados empresariales. No hay conflicto de interés porque no estoy ahí en el SITUAM. Jurídicamente está Eugenio Narcía y pueden ver en la audiencia donde ratifican la huelga, yo no comparezco.
—¿Estaría dispuesto a abandonar su carrera como abogado laboral de 45 años para evitar suspicacias?
—Es que no hay ningún conflicto de interés. Asesoro a organizaciones de orden local y no tiene relación con la Secretaría del Trabajo. (Mi hija) no interviene en nada, yo no participo en ninguna gestión en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en ninguna negociación donde ella ha estado presente. Imagínese acabar con mi profesión, aunque no me caería mal, porque ya tengo 70 años, así que ya.