Sin una norma específica respecto a la instalación de lámparas de emergencia, México representa para Normagrup, el fabricante español de estos equipos, un mercado con enorme potencial para el desarrollo de esta industria.
La empresa se constituyó en el país en septiembre de 2017 y en enero pasado inició sus actividades con clientes como el hotel Meliá, en Playa del Carmen; el Hilton, en Cancún, oficinas en Polanco en la capital del país y un centro comercial en Monterrey.
"México es un mercado muy grande (…) tenemos ambas costas con mucha hotelería, ciudades que también tienen mucha inversión a nivel de trabajo, de oficinas, de centros comerciales que se están creando, etcétera, y entendemos que ahí nuestro producto tiene cabida. En todo aquel edificio que albergue gente debería de haber iluminación emergente", dijo en entrevista Pablo Fernández, director de Normagrup para México.
El empresario señaló que el país carece de una normatividad clara respecto a las lámparas de emergencia, a diferencia de Europa, donde hace años se regula, o incluso en países de la región como Chile, que cuenta con una norma específica para alumbrado de emergencia.
La NOM-025-STPS-2008 refiere las condiciones de alumbrado en centros de trabajo y señala que se deben instalar sistemas de iluminación eléctrica de emergencia en áreas donde la interrupción de la fuente de luz artificial represente un riesgo en la tarea visual del puesto de trabajo, o en las áreas consideradas como ruta de evacuación que lo requieran. Esto, de acuerdo con Pablo Fernández, es bastante vago.
La normatividad chilena o española establece que las lámparas de emergencia son obligatorias en lugares como puertas de salida de emergencia, cerca de escaleras, cambio de direcciones en vías de escape, cerca de equipos de extinción o alarmas de incendios, indicándose claramente dónde se deben instalar, cada qué distancia y con qué número de luxes necesarios, es decir, la intensidad de la luz en un metro cuadrado.
Respecto a la autonomía, en México el tiempo estándar es de unos 90 minutos, aunque no se dispone de normativa oficial.
El fabricante español con 40 años en la producción de lámparas de emergencia e iluminación técnica entró a México con una inversión inicial de entre 30 y 40 millones. Para 2019 se plantea el objetivo de comercializar cinco millones de dólares. En el mercado ibérico posee una cuota de mercado de 42%; además, tiene presencia en más de 50 países.