Con tamales de chipilin y atole de chocolate, cerca de 75 empresarios se comprometieron a distribuir mil 500 millones de pesos en boletos de la lotería nacional, para rifar el valor del avión presidencial y obtener recursos para la compra de equipo médico, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No hubo desaires”, comentó el primer mandatario sobre la cena a la que convocó ayer a casi 250 de los empresarios más importantes de México, para pedirles su ayuda en la distribución de cuatro de los seis millones de cachitos del próximo sorteo del 15 de septiembre de la Lotería Nacional.
“Ya obtuvimos compromisos de compra de boletos por la mitad de los 3 mil millones que pensamos obtener, es decir, ayer obtuvimos compromisos de mil 500 millones de pesos. Estamos hablando de dos millones, un poco más de 3 millones de boletos. A finales de este mes, ya la lotería comienza a distribuirlos”, anunció durante la conferencia mañanera.
López Obrador expresó su agradecimiento a los empresarios por la cena “fraterna” y respaldar la venta del avión presidencial, bajo un compromiso de “dimensión social”.
“Yo quiero informar a todos los mexicanos, transmitirles mi satisfacción porque ayer en la reunión que tuvimos con empresarios de México, todos expresaron su apoyo sin que tomaran la palabra, hubo una manifestación de respaldo a que se rifara el avión presidencial”, celebró.
Aunque no todos firmaron la carta compromiso y algunos faltaron porque se encontraban fuera del país, comentó que la convoca sigue abierta y espera que en próximos días, más empresarios suscriban su propuesta.
“Estoy contento y les agradezco mucho a los empresarios, vamos a obtener más porque algunos no pudieron estar porque están fuera del país en otras actividades, pero está abierta la convocatoria”, dijo.
Relató que uno de los empresarios, le pidió que el gobierno federal repartiera sus boletos entre las comunidades indígenas, mientras que otros lo harán entre sus trabajadores o para promocionar sus productos.
En este sentido, reiteró que no hay “presiones” para adquirir los cachitos, pero confía en la respuesta positiva del sector privado.
Luego de recordar cuando conoció a Paul Reichmann, ex propietario de Olympia & York, cuando invitó al político tabasqueño a inaugurar la Torre Mayor, siendo jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Contó que cuando subía a uno de los últimos pisos con Riechmann, el empresario canadiense sacó de una bolsa de plástico unos tenis usados, acto que consideró la nota del día.