En 20 años, la población ocupada en el sector agropecuario se redujo 5.1 puntos porcentuales, mientras que en una década cayó 2.7 puntos porcentuales, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Lo que estamos observando es que sigue habiendo un descenso en la ocupación en el sector agropecuario, es decir, en las actividades primarias. Éstas eran casi 16 por ciento en el año 2000 y ahora son poco menos del 11 por ciento en el 2020”, comentó Julio Santaella, titular del Inegi, al presentar las cifras complementarias del Censo Nacional de Población y Vivienda 2020.
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De acuerdo con el Inegi, los mexicanos que laboran en el sector primario pasaron de 15.8 por ciento en 2000 y 13.4 por ciento en 2010 a 10.7 por ciento al cierre de 2020.
Julio Santaella añadió que este efecto se debe a un proceso de urbanización en el territorio nacional, así como por una mayor implementación de procesos de automatización y mecánicos en las mayores unidades productoras de esta industria.
“Ya vimos que a pesar que hay 184 mil localidades rurales, el porcentaje de población que está viviendo en ellas se está reduciendo, por lo tanto, en términos generales México se está convirtiendo en un país cada vez más urbano y esto, por supuesto, engloba parte de lo que está ocurriendo con el sector primario”, abundó.
En contraste, el número de personas que se desempeñan en el sector terciario, enfocado al comercio y los servicios, incrementó su participación en 2.2 puntos porcentuales en comparación con 2010 y casi 10 puntos porcentuales con respecto a 2000, ocupando el 63.1 por ciento de la población ocupada en México.
Por su parte, el sector industrial y de la construcción se mantuvo estable en comparación con 2010, al representar el 24.1 por ciento de las personas ocupadas en el país, aunque con respecto a 2000 presentó una disminución de 3.7 puntos porcentuales.
Según los resultados obtenidos por el Inegi, la mayor proporción de personas ocupadas se desempeñan como artesanos, en la construcción o en actividades de apoyo, mientras que 22.1 por ciento de éstos son funcionarios, profesionistas y técnicos, seguidos de quienes son auxiliares administrativos y personales con 14.8 por ciento, comerciantes y empleados en ventas, con 13.4 por ciento, operadores de maquinaria y conductores de transporte con 10.9 por ciento y en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, pesca y caza con 9.2 por ciento.
En cuanto a las prestaciones laborales, el Inegi informó que poco más de una tercera parte de las personas de 12 años y más ocupadas no tiene prestaciones laborales.
Los encuestados reportaron que las prestaciones más frecuentes son: el aguinaldo, 61.5 por ciento; las vacaciones con goce de sueldo, 55.4 por ciento, el servicio médico, 54.2 por ciento y la licencia o incapacidad con goce de sueldo, 50.2 por ciento.
Por otra parte, el Censo 2020 permitió identificar que 38.5 por ciento de las viviendas tienen ingresos monetarios de fuentes distintas al trabajo, donde 25 por ciento recibe algún programa de gobierno, 13 por ciento por jubilación o pensión, 6.1 por ciento por remesas y 5.1 por ciento por personas residentes en México.
Además, los datos del cuestionario ampliado permitieron conocer que poco más de la tercera parte de la población acude al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuando se enferma, en tanto que, 28.8 por ciento acude a un centro de salud u hospital de la Secretaría de Salud; independientemente de su afiliación, en caso de tenerla.
También señala que 16 de cada 100 acuden a una institución de salud privada y 12 al consultorio de una farmacia.
En contraparte, 1.9 por ciento de la población declaró que no se atiende en ninguna institución de salubridad cuando presenta algún padecimiento de salud.
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Sobre la alimentación de la población mexicana, el Inegi estimó que 29.3 por ciento de las viviendas particulares habitadas en el país presenta al menos una carencia por acceso a la alimentación por falta de dinero o recursos.
La carencia más frecuente está asociada a una alimentación con muy poca variedad de alimentos por falta de dinero o recursos, la cual fue reportada en 25.7 por ciento de las viviendas.
La carencia menos frecuente es comer sólo una vez al día o dejar de comer todo un día por falta de dinero o recursos, declarada en 7.2 por ciento de las viviendas.