LAS VEGAS. Dassault Systèmes puso a disposición del gobierno mexicano su plataforma 3D para el diseño de los megaproyectos como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya. En Europa, la red ferroviaria se diseñó con esta tecnología, y Estados Unidos, China y Singapur también usan modelos tridimensionales y el análisis de construcción y operación para asegurar el costo final de las obras.
3D Experience no sólo garantiza que no habrá sobrecostos, Dos Bocas podría costar entre 3 y 4 por ciento menos de lo previsto, asegura Gunther Barajas, vicepresidente en México de la francesa cuya tecnología se usa también para crear modelos tridimensionales de aeronaves y probarlas antes de su construcción.
"El papel que debería jugar la tecnología en la Cuarta Transformación es el de asegurar que la ingeniería que se seleccione para los proyectos esté probada, sea validada y asegure que las obras no tendrán sobrecostos", dijo a El Sol de México.
La Secretaría de Energía (Sener) y Pemex pueden crear un modelo de cómo lucirá y funcionará la refinería, incorporar variables como el costo de los materiales para su construcción, variaciones en el tipo de cambio, tiempo que llevará la obra, impacto ambiental, condiciones meteorológicas, etcétera, para tener todos los elementos para determinar el costo final, platica el directivo durante el 3DEXPERIENCE FORUM que la compañía organiza en esta ciudad para intercambiar experiencias con sus clientes y socios.
Vassem Khan, vicepresidente de Ingeniería Global de la constructora McDermott International, refiere que a nivel global los proyectos de infraestructura en el sector de energía tienden a elevar su costo final entre 5 y 10 por ciento debido a alzas en los precios de la materia prima y variaciones cambiarias, principalmente.
El costo y los tiempos de la refinería para Tabasco representan un dilema. Un análisis técnico entregado a la Sener señala que podría costar entre 15 mil y 17 mil millones de dólares, y su construcción llevaría seis años. El gobierno optó por encargar la obra a Pemex para que cueste 8 mil millones de dólares y tarde tres años.
La respuesta está en la ingeniería 3D. "En el caso de Dos Bocas, puedes tener la información de la obra y toda la construcción a nivel de componentes, además de hacer análisis de procesos de tratamiento de hidrocarburos, todo para hacer más eficiente el proceso basado en el diseño del proyecto y haciendo reingeniería, en caso de necesitarla, y sin poner un tornillo, todo de manera digital. Una vez que tengas los datos se puede comenzar con la construcción", explica Barajas.
De la inversión para esta tecnología, precisa que considerando el presupuesto para los megaproyectos del nuevo gobierno, abrir un centro de diseño avanzado tiene un costo mínimo y puede funcionar no sólo para modelar la refinería de Dos Bocas, también para obras como el Tren Maya, el Tren Transístmico y el sistema metropolitano de aeropuertos.
El uso de las plataformas 3D para el diseño de megaproyectos es una realidad. Es "el último paso entre lo que imaginamos y lo que construimos", como dice Bernard Chalés, el CEO de la compañía francesa.