La industria química nacional ha sufrido varios reveses de los que no se ha repuesto, desde el impacto de la pandemia hasta el desabasto de gas por las heladas en Texas en febrero y los accidentes en complejos de Pemex.
Miguel Benedetto, director general de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), señaló que estos incidentes provocaron que el uso de la capacidad de este sector en el país se redujera en 10 puntos porcentuales.
“Bajamos de 70 por ciento en promedio que tuvimos en 2019 a 60 por ciento el año pasado”, comentó.
El directivo indicó que el frente frío que azotó el sur de Estados Unidos y el norte de México entre el 17 y el 19 de febrero congeló varios productos que impidieron traer gas del que depende la industria.
“Mucha de esta infraestructura no acaba de recuperarse y seguimos teniendo hoy implicaciones importantes por la escasez de algunos productos”, dijo en conferencia de prensa.
Benedetto dijo que este incidente fue uno de los factores que generaron desabasto en el país de resinas y químicos necesarios para industrias como la del polietileno o el PVC, entre otras.
Agregó que accidentes en complejos de Pemex, como el Morelos, en Coatzacoalcos, redujeron la producción de insumos necesarios para la industria, como el etileno.
A esto, dijo, se suma la caída en la producción de combustibles a nivel global, resultado del acuerdo de la OPEP+, con lo que dejaron de hacer insumos para varias empresas del sector.
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Estas situaciones se sumaron a la pandemia que provocó una contracción de 11.9 por ciento en la producción de la industria química nacional el año pasado, debido al cierre de actividades de varios de sus clientes.
“La industria química como sector esencial pudo seguir operando, pero muchos de los sectores de los cuales somos proveedores de materias primas no fueron considerados como esenciales, como el automotriz, y no les pudimos vender”, apuntó.