Las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia obligaron a las empresas a digitalizar procesos como la firma de contratos, en los que hasta hace poco lo único válido era el "papelito".
“La pandemia vino a ser el impulsor de la firma y los contratos digitales como alternativa a los procesos manuales.
Hoy en día hay una gran demanda de estas soluciones derivado de estos cambios, de cómo acelerar estos procesos pensando que las personas trabajamos de forma remota”, comentó Antonio Couttolenc, CEO de Xertica.
La aceleración digital producto de la pandemia llevará a que el mercado de la firma digital de documentos y contratos alcance los tres mil 440 millones de dólares a nivel global en 2022, desde los 517 millones que valía en 2015, según datos de Fortune Business Insights.
Algunas compañías de contratos inteligentes como Trato.io han incrementado sus servicios en más de 50 por ciento durante el periodo de contingencia.
Con esta herramienta es posible firmar un contrato de prestación de servicio, de compra venta o incluso un recibo de nómina, lo que facilita las operaciones de las empresas a distancia y en confinamiento.
Además, con este tipo de contratos 82 por ciento de los acuerdos se completa en menos de un día y la mitad en menos de 15 minutos, y generan ahorros en promedio de 36 dólares por documento, según datos de DocuSign eSignature.
“Los beneficios de este tipo de contratos van desde económicos, ya que generan ahorros en costos de impresión y espacios para archivar documentos, hasta tiempo porque hace más ágil su localización y reproducción en un archivo digital, además de que es más seguro”, comentó Couttolenc.
En cuestión de seguridad, el directivo destacó que toda la información está encriptada y sólo puede modificarse con una llave que pertenece al usuario, lo que hace difícil que una cláusula se modifique.
Estas herramientas se basan en blockchain, la plataforma que usan las criptomonedas, lo que las hace plenamente trazables, es decir, el usuario sabe quién y cuándo se firmó el contrato, además de los cambios que se realizan al documento.
El CEO de Xertica destacó que en México más allá de los contratos inteligentes se utiliza la firma digital, la cual existe en tres modalidades: la firma digital simple, para contratos o acuerdos comerciales; la firma electrónica avanzada, la que utiliza el SAT y para la que se requiere un certificado y llave digital para su control; y la biométrica, para firmar en algún dispositivo.
Según datos de la empresa de soluciones en la nube, fuera de la facturación digital solo 40 por ciento de las empresas en México cuenta con un proceso de automatización de documentos.
Couttolenc prevé que cada vez más compañías, e incluso personas físicas, comiencen a utilizar este tipo de soluciones para cerrar tratos a distancia.
Actualmente,las áreas de recursos humanos, así como los despachos de abogados son quienes más utilizan este tipo de herramientas, pero su uso se puede dar prácticamente en cualquier sector.
En el sector inmobiliario el Código Civil Federal incluyó en junio los contratos electrónicos en operaciones de arrendamiento, lo que permitirá ampliar el uso de esta herramienta que ya se utiliza para la compra-venta y escrituración de inmuebles.
El el auge de los contratos inteligentes dependerá en gran parte de la actualización de normativas. Si bien en México hay leyes que regulan este tipo de herramientas, dijo que todavía pueden ampliarse, por ejemplo, destacó que en el caso de Compranet, el portal de compras del gobierno federal, ya se pueden realizar contratos inteligentes pero cuando se falla una licitación el ganador debe firmar un contrato de manera autógrafa.
El elemento más importante para impulsar este mercado, dijo, es que se promueva una cultura sobre los contratos inteligentes, ya que hay personas aún que por desconfianza todavía prefieren tener documentos físicos, sin saber que los digitales brindan mayor seguridad y son más ágiles de tramitar, guardar y encontrar.
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