Paran construcción en 18 entidades del país

La parálisis en obra pública golpea a entidades como Zacatecas, Oaxaca, Tabasco, México, Chiapas y 13 más

Xóchitl Bárcenas | El Sol de México

  · lunes 7 de octubre de 2019

Foto: Cuartoscuro

En la primera mitad del año, las empresas constructoras en 18 entidades federativas se encontraban en números rojos a causa, principalmente, de recortes y subejercicios en el presupuesto para infraestructura.

Un diagnóstico de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), al que tuvo acceso El Sol de México, indica que en algunos casos el valor de las obras construidas, que pueden ser desde carreteras, puentes, hospitales, entre otras, se desplomó más de 50 por ciento, como en el caso de Zacatecas.

En entidades como Oaxaca, Tabasco, México y Chiapas la construcción disminuyó entre 30 y 40 por ciento.

Y en otras como la Ciudad de México, Jalisco, Querétaro, Baja California Sur, Sinaloa y San Luis Potosí, la actividad del sector se contrajo entre 10 y 29 por ciento, revela el reporte Situación de la Actividad Productiva de la Empresas Constructoras Enero-Junio 2019.

Según ese diagnóstico, el mayor impacto se observó en el rubro de obra pública. La constructoras reportaron que el valor de las obras asignadas por el gobierno cayó 19.3 por ciento, mientras que los contratos con privados apenas aumentaron cinco por ciento.

Consultados por Organización Editorial Mexicana , constructores y autoridades estatales coinciden en que a los recortes presupuestales para este año se sumó la lentitud en el ejercicio del gasto destinado a infraestructura.

Fuente: Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), con información de la ENEC del INEGI. / Gráfico: Luis Calderón Guerra

En Zacatecas, el gobierno del estado había ejercido hasta el mes pasado 42 por ciento del escaso presupuesto federal asignado a obra pública, platicó Jorge Hiriartt Franco, delegado de la CMIC.

El resultado, agregó, es que de las 178 empresas constructoras afiliadas, sólo un tercio recibió algún contrato y el resto está en una situación crítica.

En el Estado de México, el que más aporta al valor total de la construcción, se había invertido hasta agosto 20 por ciento de los 12 mil millones de pesos que se esperaban de inversión federal. Mario Vallejo, presidente de la CMIC estatal, mencionó a los subejercicios como uno de los factores que más han dañado a la industria.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que lleva Javier Jiménez Espriú, ejerció en el primer semestre poco más de 23 mil 600 millones de pesos, 16 por ciento menos de lo programado.

El Informe de Finanzas Públicas al Segundo Trimestre de Hacienda indica que ese rezago fue resultado de un gasto abajo de lo previsto en proyectos de construcción de carreteras, obras ferroviarias, entre otras obras.

La obra privada tampoco tuvo su mejor desempeño. En la primera mitad del año llegó a 158 mil 144 millones de pesos en todo el país, un valor apenas cinco por ciento mayor al de igual periodo de 2018.

Fuente: Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), con información de la ENEC del INEGI

El presidente de la CMIC en Querétaro, Álvaro Ugalde, señaló que a la parálisis en la ejecución del gasto público se sumó la incertidumbre que llevó al sector privado a posponer proyectos de inversión en parques y naves industriales o desarrollos habitacionales. El sector, dijo, ha declarado 2019 como un año perdido.

EL PLAN QUE VIENE

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, lleva varias semanas reuniéndose en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador e integrantes de su gabinete en torno a un plan de infraestructura.

"Será hasta dentro de un mes cuando tengamos lo proyectos", dijo el viernes después de reunirse con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.

El CCE se comprometió a desarrollar mil 600 proyectos durante el sexenio, pero ha alertado de riesgos porque en el Paquete Económico para 2020 se prevé para infraestructura el equivalente a 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un porcentaje que sería el más bajo de los últimos cuatro años.