Houston, Texas.- Terminadas las nuevas oportunidades en las aguas profundas del Golfo de México para Pemex y a la espera de que la Comisión Nacional de Hidrocarburos reinicie las asociaciones con la petrolera mexicana o ponga en el mercado nuevos bloques, países como Brasil y Colombia iniciaron procesos de mayor apertura.
En el seno de la Offshore Technology Conference (OTC), el consenso de las petroleras y de las empresas de servicios es que la necesidad de producir petróleo de yacimientos marinos a más de 300 metros de profundidad en todo el mundo requiere una nueva evolución de la industria que deberá hacerse más eficiente muy rápidamente porque la época de precios altos se ha terminado.
Chris Golden, vicepresidente senior de Equinor, dijo que la industria debe mantener ajustados sus costos y operar con precios de equilibrio en el WTI de 30 dólares y las herramientas para poder aguantar esta estructura de costos son simplificación, estandarización y digitalización.
Las apuestas de las petroleras deben ser el desarrollo tecnológico porque la eficiencia futura de estas tecnologías es la que va a poder crear valor para la industria de aguas profundas.
Golden habla de digitalización de procesos de trabajo, análisis avanzado, robótica, capacidades de control remoto, soluciones digitales y tecnologías visuales y es porque se está pensando en reducir los gastos de capital en 30%, de operación en 50% y de perforación en 15%.
Gustavo Hernández, ex director de PEP y hoy dedicado a la academia, explica que los cambios en el mercado son inminentes y muchos proyectos deberán ser reevaluados desde la perspectiva de la expansión de los negocios petroleros de Colombia y Brasil cuyo potencial es muy grande.
Lo que se requiere son nuevos planteamientos sobre el sector y no sólo sobre lo que debe de hacer Pemex, los resultados de las rondas que se hicieron fueron muy exitosos para el Estado, de cada barril de petróleo que se saque, la utilidad que se obtenga en un 70 a 75% se la queda en forma de derechos petroleros, comenta.
“Es verdad, hay negocio para las petroleras y también para Pemex y para el Estado Mexicano, se requiere de mucha inversión, de muchas manos para poder recuperar la capacidad de producción del país”, explica.
La realidad en la OTC es que hay muchas empresas de Asia y del Medio Oriente buscando oportunidades de inversión, pero se enfrentan a una realidad importante. Si bien lo deseable es que el precio aumente unos 9 a 15 dólares más en el mediano plazo y que los crudos marcadores se muevan sobre los 80 a 85 dólares por barril; el mercado no está respondiendo a esos impulsos.
Para estas empresas México les resulta atractivo, sin embargo no encuentran la manera de entrar al país, ya sea porque Pemex sigue actuando como un monopolio o porque los privados operan aún tímidamente, pese al tamaño de los bloques asignados.
Directivos de compañías consultados al respecto que asistieron a la OTC, explican que han buscado establecer lazos comerciales con Pemex y no han podido hacerlo a pesar de tener una oferta tecnológica importante.
La apuesta entonces es a la inteligencia artificial que puede procesar datos de manera mucho más rápida y eficiente y con menos costos de operación. Estos procesos ya están en marcha en Shell, Chevron, BP, Exxon Mobil, Diamond Offshore y Noble Energy, de acuerdo con los especialistas.