James A. Robinson, premio Nobel de Economía 2024 aseguró este miércoles que México debe aprovechar su posición geográfica ante el auge por la globalización y creación de nuevas empresas o tecnologías, principalmente por ser el vecino de Estados Unidos.
“No hay duda que estamos en un proceso de globalización, eso tendrá consecuencias para los precios de bienes en América Latina, pero también tenemos oportunidades porque parte de esta reconfiguración en las cadenas de suministro volverá a Estados Unidos o México”, aseguró el economista durante su participación en el Encuentro Amafore 2024.
Robinson afirmó que esto es una “oportunidad increíble” para México, sobre todo al considerar las tensiones comerciales que existen con China o los problemas geopolíticos en Rusia y Medio Oriente.
“Esto tendrá efectos económicos negativos, pero México se encuentra en una posición en la que puede beneficiarse de esa reconfiguración del comercio. Creo que las cosas más grandes o preocupantes serían el cambio climático”, sostuvo el especialista.
El autor del libro “Por qué fracasan los países: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza” agregó que México también es un ejemplo de cómo los países de Latinoamérica pueden aprovechar su cultura o fortalecer sus instituciones.
“México ha aprovechado su cultura de una forma eficiente al crear un suelo común, que hace falta en muchos países latinoamericanos. Creo que se trata de tener un proyecto en donde se pueda imaginar un futuro próspero y pensar en cómo podemos construir estas instituciones”, apuntó.
No obstante, hablando de todos los países en general, aseguró que para que exista una prosperidad o desarrollo entre instituciones se deben eliminar ciertas barreras, entre ellas la del nepotismo, tanto en el ámbito público como privado, y generar condiciones o leyes que permitan un libre mercado.
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IA y nuevas tecnologías deben tener enfoque productivo
El premio Nobel de Economía 2024 añadió que, en medio del auge de la globalización, la Inteligencia Artificial (IA) y nuevas tecnologías en las empresas deben usarse con un enfoque productivo y no para reemplazar el talento físico.
Recordó que el desarrollo de nuevas tecnologías siempre conlleva riesgos, aunado a una infinidad de preguntas sobre si está bien o no su uso, pero lo más importante es encontrar la manera en que pueden aportar al desarrollo de una sociedad.
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“La IA y todo este tipo de tecnologías, como la robótica, son herramientas fantásticas, pero tenemos que utilizarlas de la forma correcta y diseñarlas de una manera que sea complementaria con la sociedad”, concluyó Robinson.