La morosidad de los créditos al consumo podría aumentar en este 2018 por la desconfianza que prevalece en el consumidor y el alza de tasas de interés, alertó la agencia de calificación crediticia Moodys. La firma advirtió que los principales bancos del mercado, BBVA Bancomer así como Citibanamex, al igual que los enfocados a segmentos de ingresos bajos, como Banco Azteca, BanCoppel y Banco Ahorro Famsa, serán lo más expuestos a la erosión en la capacidad de pago que enfrentarán los deudores.
“La morosidad del consumidor probablemente aumentará hacia el 5% durante 2018 (desde un 4.5%) particularmente con la reciente temporada de nuevos préstamos, originada en medio de un incremento en tasas de interés y de alta inflación, lo que hace que la tasa total de morosidad de los préstamos sea cercana al 3%”, afirmó Georges Hatcherian, analista de la agencia.
Al respecto, cabe recordar que en diciembre de 2015, el Banco de México (Banxico), emprendió una política de alzas de tasas de interés que, hasta el momento, derivó en un incremento de 450 puntos base en su indicador líder, al subir de 3 a 7.5% colocándose en los mayores niveles desde febrero de 2009.
En esa línea, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el saldo de la certera vencida de los créditos de la banca comercial al consumo alcanzó en noviembre pasado 42 mil 798 millones de pesos, su mayor nivel del que se tenga registro y similar a los 41 mil 007 millones que se reportaron en mayo de 2009. Es decir, la morosidad superó el nivel registrado durante la crisis financiera de finales de la década pasada.
Sobre este punto, James Salazar, subdirector de Análisis Económico de Ci Banco, reconoce que la política monetaria adoptada por el banco central aumentó el costo de créditos comerciales, sobre todo en aquellos cotizados en tasa variable, como las tarjetas de crédito.
Ante ello, Georges Hatcherian, analista de la agencia Moodys, advierte que el panorama para los bancos comerciales se aprecia complejo, sobre todo luego de la reducción mensual de 3.1% que reportó el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), en enero pasado, lo que representó la mayor caída mensual de los últimos 12 meses.
De acuerdo con la calificadora, el debilitamiento de la confianza del consumidor sugiere un deterioro en la percecpión de la situación económica de los hogares durante los próximos 12 meses, lo que puede debilidar el consumo, y por lo tanto el uso de tarjetas de crédito. “Creemos que el continuo deterioro de la confianza del consumidor mexicano está relacionado con la negociaciones en curso para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en medio de un aumento en la inflación y de tasas de interés, junto con la incertidumbre por la elección presidencial de julio próximo”, afirmó.
Bajo este escenario, advirtió que los bancos más grandes, Citibanamex y BBVA Bancomer, probablemente se verán más afectados por la disminución de la confianza del consumidor y alza en tasa de interés, toda vez que los créditos de consumo constituyen el 30 y 25% de su cartera total, respectivamente.
No obstante, dijo que también estarán expuestos Banco Azteca, BanCoppel, S.A. así como Banco Ahorro Famsa, bancos más pequeños y centrados en prestatarios de bajos ingresos, así como las financieras Alpha Holding y Crédito Real.