Arabia Saudita intentó calmar a los mercados el martes después de un ataque a sus instalaciones petroleras, cuando fuentes en el reino dijeron que la producción se está recuperando mucho más rápido de lo previsto y que podría demorar dos o tres semanas completar el proceso.
Según fuentes con conocimiento de la situación, las compañías petroleras internacionales, miembros de la OPEP y responsables de la política energética mundial no habían recibido durante 48 horas ninguna actualización saudita sobre el impacto del ataque del fin de semana.
Fuentes informadas sobre las operaciones del gigante petrolero estatal Aramco habían dicho el lunes que la producción podría tardar meses en recuperarse.
El ataque detuvo la mitad de la producción de petróleo de Arabia Saudita, o cinco por ciento de la mundial, lo que provocó un alza en los precios cuando se reanudaron las operaciones el lunes. La nueva predicción de un rápido retorno a la normalidad hacía que los precios bajaran bruscamente el martes.
El reino está cerca de restablecer 70 por ciento de 5.7 millones de barriles por día (bpd) de producción perdida tras los ataques, dijo una de las fuentes, un funcionario de alto rango.
El ministro de energía saudí ofrecerá una conferencia de prensa el martes, en la primera actualización oficial desde que Aramco anunció el domingo que los ataques a sus plantas en Abqaiq y Khurais habían paralizado la producción de 5.7 millones de barriles por día.
El grupo Hutí, que está luchando contra una coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen, se adjudicó rápidamente la responsabilidad del ataque, mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó a Irán.
La acusación de Washington llevó el martes al líder supremo de Irán a descartar conversaciones.
Si bien Irán ha rechazado haber participado en los ataques, sus aliados yemeníes han prometido que habrá más. El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, dijo que el grupo llevó a cabo el ataque del sábado antes del amanecer con drones, incluyendo algunos propulsados por motores a reacción.
"Le aseguramos al régimen saudí que nuestro largo brazo puede llegar a cualquier lugar que queramos y en el momento que queramos", dijo Sarea. "Advertimos a empresas y extranjeros que no deben estar cerca de las plantas que atacamos porque aún están en nuestra mira y pueden ser atacadas en cualquier momento".
Arabia Saudita e Irán han sido enemigos durante décadas y están participando en una serie de conflictos, incluyendo Yemen, donde las fuerzas saudíes han combatido contra los hutíes durante cuatro años.