La experiencia internacional muestra sólidos argumentos de queimpuestos como el IEPS a bebidas saborizadas en México no hanservido para reducir los niveles de obesidad, consideró laAsociación Nacional de Productores de Refrescos y AguasCarbonatadas (ANPRAC).
La obesidad, reiteró, se trata de una problemáticamultifactorial compleja que requiere soluciones desde diferentesáreas y niveles de gobierno, iniciativa privada y sociedad.
En un comunicado, el organismo expuso "este impuesto hasido inflacionario, toda vez que el consumidor es quiénpaga el impuesto, ha sido ineficaz para disminuir el consumo,aunque es ineficaz en la salud ha resultado una gran medidarecaudatoria, afecta las familias más pobres".
De igual forma, ha provocado sustituciones por otras categoríasno gravadas, afecta a la economía de los mexicanos, el fundamentodel impuesto carece de argumentos sólidos, ineficaz para la saludy además tiene una carga fiscal alta.
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La Asociación señaló ejemplos de la aplicación del gravamenen diversos países; en Berkeley, California, el impuesto a bebidassaborizadas en esta comunidad tuvo como resultado una reducciónmínima de tan solo 6.4 calorías por día en la ingesta diaria, loque resulta poco significativo para una ingesta de más de tres mil600 calorías diarias por persona en la dieta de losnorteamericanos.
En Filadelfia, las familias con menores ingresos son los quepagan la mayor parte del impuesto, además de afectar a una granparte de los establecimientos que venden este tipo de bebidas pueslos consumidores buscan hacer las compras en otras ciudades endonde el refresco no está tasado.
Desde 2008, propuestas similares de impuestos a las bebidassaborizadas se han postulado en diversos estados y ciudades deEstados Unidos siendo rechazadas 43 veces en todo el país,refirió la ANPRAC.
Otras experiencias internacionales se dieron en Dinamarca, afinales de 2011: el país escandinavo aprobó un impuestoanti-obesidad que aumentó la carga fiscal a la población; enColombia se debatió ampliamente la aplicación del impuesto abebidas saborizadas, se decidió no aplicarlo pues sería unamedida regresiva.
En este marco, puntualizó que este tipo de bebidas ya estángravadas con IVA; además, con el impuesto se impulsaría elcontrabando con productos apócrifos, los cuales no cuentan conregulación y estándares de calidad.
Ello, abundó la Asociación Nacional de Productores deRefrescos y Aguas Carbonatadas, afectaría a los pequeñoscomerciantes por el incremento a uno de los productos másvendidos.
Destacó también que durante 2016, la industria refresqueramexicana generó un valor de producción equivalente al 1.1 porciento del PIB nacional, invirtió más de mil 170 millones dedólares en activos fijos y en los últimos cinco años haninvertido más de 730 millones de pesos en programas deresponsabilidad social.
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