Ser un tanto descorteses podría salvar al planeta, ya que responder con correo electrónico sólo para agrades o notificar de recibido genera una huella de carbono que afecta al medio ambiente.
Un estudio de Ovo Energy realizado en Reino Unido concluyó que cada día los ciudadanos de esa nación envían 64 millones de correos electrónicos innecesarios, como un “gracias”, “recibido” o “saludos”.
Esta cantidad de mails genera cerca de 23 mil 500 toneladas de carbono al año.
La compañía de suministro de energía añadió que si cada adulto en el Reino Unido enviara sólo un correo electrónico menos al día, la producción de carbono en la nación se reduciría en más de 16 mil 433 toneladas al año, lo que equivale a la contaminación que generan 81 mil 152 vuelos entre Londres y Madrid.
El problema es exponencial si se considera la cantidad de emails que se envían en todo el planeta.
Según el portal Statista, este año cerrará con 236 mil 500 millones de correos electrónicos enviados al día en el mundo.
En un reporte a mediados de este año, International Workplace Group (IWG) estimó en 74 billones el número de correos electrónicos que se envían en todo el mundo al año, lo que podría generar entre 22 millones y cuatro mil millones de toneladas de dióxido de carbono, dependiendo del tamaño y contenido de los emails.
Esto, añadió la empresa, equivale a la contaminación que generan entre cinco millones y hasta 890 millones de automóviles en circulación.
Según IWG, cada mail puede generar entre 0.3 y 50 gramos de dióxido de carbono, dependiendo del tamaño del mensaje y si contienen archivos adjuntos. Para esta generación de contaminantes no es necesario enviar el mail, ya que el archivarlo también daña al ambiente.
La contaminación que generan los correos electrónicos es el resultado de la energía que se consume para enviarlos o para almacenarlos, ya que incluso si un correo no se envía y se mantiene en la bandeja de borradores, gasta energía.
Desde prender una computadora hasta mantener los servidores por donde pasan los correos, así como el envío de datos y archivos adjuntos, significa un consumo de energía que daña al planeta.
Ovo Energy señaló que entre los mensajes prescindibles más enviados están respuestas como “gracias” o “recibido”.
Evitar el envío de este tipo de mensajes, sobre todo a compañeros de trabajo que pueden estar a unos metros de distancia, ahorra tiempo a los empleados y energía que puede beneficiar al medio ambiente.