Ricardo Anaya, director de producto en Qualcomm, sostiene en su mano un pequeño recuadro color dorado no más grande que la uña de su pulgar ni más delgado.
Este insignificante objeto a la vista es la culminación de 33 años de avances tecnológicos y 50 mil millones de dólares invertidos en desarrollo e investigación por parte de la empresa. El chip es el cerebro y corazón de uno de los teléfonos celulares más poderosos jamás creados, el Samsung Galaxy S9; una pequeña pieza del futuro por llegar.
En entrevista con El Sol de México, Ricardo Anaya explica cómo es que las redes 5G, el internet de las cosas y la robótica están a punto de cambiar profundamente la forma en que vivimos.
“Estamos en un punto de inflexión en el que cada vez vamos a ver más dispositivos conectados a la red que no son teléfonos. Hay siete miles de millones de teléfonos inteligentes y se espera que eso aumente al menos en dos mil millones en los próximos años. Pero de cosas que no son teléfonos en los siguientes ocho años se esperan 20, 30 mil millones de aparatos conectados.
“Eso va a afectar las economías, cómo hacemos las cosas, toda la forma de ver la vida. La automatización va a ir aumentando y cada vez se va a hacer más accesible”, adelanta.
Todas estas nuevas conexiones a internet: relojes, refrigeradores, marcapasos, autos, casas enteras –explica–, deberán de contar con tecnología que les permita unirse a la red, y ahí es donde Qualcomm entra en acción.
Fundada en 1985 en San Diego California por los ex alumnos del MIT Irwin M. Jacobs y Andrew Viterbi, Qualcomm es uno de los líderes mundiales en el desarrollo de microprocesadores y módems para teléfonos inteligentes. Marcas como Samsung, Motorola, LG, Xiaomi, Asus hacen uso de su tecnología.
La puerta para que el internet de las cosas sea una realidad, añade Anaya, es la llegada de la Red 5G, que es 100 veces más poderosa que la actual 4G y con la capacidad de transmitir 1 GB por segundo, lo suficientemente rápido como para descargar una película en alta definición de dos horas de duración en sólo cuatro segundos.
“La quinta generación viene muy disruptiva y va a soportar más banda ancha móvil, más seguridad para servicios bancarios y de gobierno, y latencias muy pequeñas para vehículos autónomos.
“Estás hablando que te permite conectar millones de dispositivos por kilómetro cuadrado. Estoy esperando que en Latinoamérica sea una realidad para 2020, este año y el que siguen habrán ajustes y reasignación de espectro porque hay que licitar, pruebas”, platica.
El reto
Pero no será algo fácil. El ejecutivo explica que el gobierno mexicano deberá facilitar la licitación del nuevo espectro, en tanto que los proveedores de servicio de internet deberán hacer importantes inversiones para más antenas y redes de fibra óptica.
Una de las primeras barreras de entrada, acepta, será el costo del 5G, el cual se mantendrá por algunos años como un servicio premium, pero que en el mediano plazo se abaratará y masificará como fue el caso del 4G.
El ejecutivo se encuentra en México como patrocinador del Mundial de Robótica, evento en el que jóvenes de distintos países concursan en diversas pruebas con máquinas creadas por ellos.
“Uno de los retos que tenemos es preparar a las generaciones para esto, que vayan conociendo la tecnología e innovando” comentó.