La refinería de Dos Bocas, en Tabasco, podría terminar costando más de entre 10 y 12 mil millones de dólares y llevaría a un drenaje de recursos fiscales, dijo Moody's.
La calificadora aseguró que la decisión del Gobierno de México de levantar por sí mismo una nueva refinería será costosa dada la falta de experiencia gubernamental así como de la petrolera estatal Pemex en la construcción de este tipo de infraestructura.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada que el proyecto de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, estará a cargo de Pemex y la Secretaría de Energía tras haber declarado desierta la licitación.
Como lo adelantó El Sol de México, López Obrador confirmó que la licitación se declaró desierta porque las empresas participantes “estaban pidiendo mucho”, excedían los costos y tiempo estimado de construcción.
"Dada la falta de experiencia gubernamental (y de Pemex) en la construcción de este tipo de infraestructura, es probable que el proyecto termine costando más y tomando más tiempo de lo que el gobierno anticipa, colocando más presiones sobre los recursos fiscales", dijo Moody´s en un comunicado.
El escenario base de la calificadora es que la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, podría terminar costando más de entre 10 y 12 mil millones de dólares, equivalente a entre un 0.8%-1.0% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
"Con el tiempo, esto llevará a un mayor drenaje de los recursos fiscales, dado que Pemex ya está en necesidad de apoyo gubernamental para estabilizar sus finanzas. El costo de la construcción de la refinería implicaría un nuevo deterioro en su situación financiera", dijo.
El anuncio refuerza preocupaciones sobre conflictos que comienzan a hacerse más evidentes en las prioridades de la política del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque el compromiso de su gobierno de mantener la responsabilidad fiscal choca cada vez más con sus ambiciosos cambios sociales, indicó Moody’s.
Para Moody´s, el proyecto no sólo terminará costando más, también tardará más de tres años, colocando más presiones sobre los recursos fiscales.
También es posible que el proyecto no se complete, tal como le ocurrió a Petrobras, que inició la construcción de la nueva refinería RNEST con dos unidades planeadas, pero detuvo la construcción de la segunda unidad en el cuarto trimestre de 2014.
La calificadora recordó que desde entonces y hasta el 31 de diciembre de 218 la estatal brasileña ha registrado cargos acumulativos por desvalorización de 4.8 mil millones de dólares por un proyecto inconcluso.
El viernes, Citibanamex calculó también que una refinería como la que se pretende tiene un costo de 12 mil millones de dólares y tardaría en construirse 10 años.
Con información de Reuters