El presidente Andrés Manuel López Obrador considera convertir la refinería trunca de Bicentenario, ubicada en Tula, en un centro de acopio de gasolina, pues terminarla les acarrearía un costo de dos mil millones de dólares.
“Vamos a buscar la forma de darle uso, se está hablando de que pueda servir para almacenar combustible, para un centro de distribución de combustible porque está en un lugar estratégico para distribuir gasolinas, un centro de acopio de gasolinas, para distribuir en la región, darle un uso al terreno, ahí tenemos que resolver porque quedó a medias en la refinería”, dio a conocer durante la conferencia mañanera.
A 10 años de que quedó inconclusa la obra, López Obrador recordó que después de que en el terreno de 700 hectáreas sólo se construyera una barda y en lugar de concluir el conglomerado, la empresa Odebrecht comenzó a edificar una planta de coque, para obtener 10 mil barriles diarios.
Sin embargo, AMLO descartó terminarla porque les acarrearía un gasto de dos mil millones de dólares.
“La dejaron inconclusa y para terminarla, lo que nos permitiría tener un mínimo de 10 mil barriles diarios más de gasolinas, pero nos costaría dos mil millones de dólares acabarla”, explicó.
El Consejo General de Petróleos Mexicanos lanzó la convocatoria en el 2008, para la construcción de la refinería en el sexenio calderonista, pero fue hasta el 2014 cuando se anunció su cancelación porque decidieron reconfigurar las refinerías ya existentes.
López Obrador comentó que es un timbre de orgullo comprobar su hipótesis, pues en el pasado reclamó a sus sucesores que dicho proyecto era fallido sin haberse iniciado aún.
“Es un timbre de orgullo poder decirles a ustedes que fui el primero, y hay que ir a las hemerotecas, fui el primero que dije que no iban a terminar esa refinería y que cuando mucho, iban a hacer la barda. Duele tener la razón”, refirió.