Al defender la reforma a la Industria Eléctrica, Edmundo Sánchez, director corporativo de Finanzas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aseguró que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador reducirá hasta 30 por ciento el costo de la electricidad en el país, en beneficio del bolsillo de los mexicanos.
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“La tarifas no sólo no aumentarán al consumidor final, sino que podrían bajar hasta un 20 o 30 por ciento, que equivaldría a una disminución de 140 mil millones de pesos, pero a beneficio del bolsillo del pueblo mexicano”, sostuvo.
En el Parlamento Abierto, que se dio en la Cámara de Diputados bajo el tema Energía Eléctrica, afirmó que la famosa reforma eléctrica de 2013-14 fue “una ley mañosa, truculenta” para hacer infinitamente ricos a un “grupo de gangsters” y que la actual reforma supone libre concurrencia y que se acabe “con todos los subsidios ocultos a un grupúsculo de arpones particulares”.
Miguel Santiago Reyes Hernández, director general de CFEnergía Y CFE Internacional sostuvo que es falso que se impulse una expropiación indirecta del sector de la generación y despacho de electricidad como acusó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
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“No se pretende regresar a la situación anterior”, afirmó al insistir que no se plantea ningún nuevo monopolio en manos de la CFE.
El director general de CFEnergía aseveró que los cambios que se pretenden al sistema eléctrico nacional buscan generar un piso parejo para la CFE, acabar con los mercados simulados para favorecer a privados y terminar con las cargas fiscales que tiene que pagar la paraestatal a costa de particulares, en su mayoría extranjeros.
Reyes Hernández señaló que los contratos de Productores Independientes de Energía (PIE), otorgados a particulares, han representado un costo al erario público de al menos 412 mil 410 millones de pesos por conceptos de tarifas crecientes, riesgos cambiarios, por inflación, subsidios y bajos despachos, por lo que pidió a los diputados federales revisar los contratos y la tarifas que se tienen bajo el marco de la reforma energética de 2013-14.
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Señaló que las energías renovables ocultan sus verdaderos costos, ya que toman como referencia combustibles que éstos no utilizan, aunque sí presentan costos por su generación, ubicándolas como las energías que ofrecen menores costos, como la eólica que la CFE le compra a la española Iberdrola, que ofrece el menor costo en este marco de referencia.
Sin embargo, señaló que al tomar los costos totales para su generación, éstas pasan de ser las más baratas a las más caras, como en el caso de la energía eólica de Iberdrola y dejan a las energías generadas por plantas nucleares, como la de Laguna Verde, a las centrales solares fotovoltaicas, hidroeléctricas, geotérmicas y de ciclo combinados en los primeros lugares.
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Además, señaló que del 20 por ciento del total de energía limpia y renovable generada en 2020, el 13 por ciento corresponde a la CFE a través de sus plantas hidroeléctricas, geotérmicas y nuclear, lo cual implicó que “nosotros (la CFE) ponemos la energía limpia al doble de los privados, pero no sólo energía limpia, sino energía barata”.
