El pánico se apoderó ayer de las bolsas del mundo. Un paquete de medidas anunciado en Argentina que no logró disipar los temores a un default, noticias que colocan a Alemania al borde de la recesión y la persistente tensión comercial entre China y EU ahuyentaron a los inversionistas bursátiles.
El peso argentino cayó 7.14 por ciento, a 60.20 unidades por dólar, ignorando la intervención del banco central, que vendió 248 millones de dólares para apaciguar la demanda. La moneda acumuló un derrumbe de 25 por ciento en la semana.
A la Bolsa, que sumó ayer su tercera baja, ahora de 1.86 por ciento, tampoco le importaron las medidas económicas anunciadas por el presidente Mauricio Macri antes de la apertura del mercado.
Un recorte en el impuesto a las ganancias personales, aumento a los subsidios para los pobres y congelamiento del precio de los combustibles por 90 días, entre otras medidas. "Son medidas que van a traer alivio a 17 millones de trabajadores y sus familias", ofreció Macri.
En su afán de contener la caída, el mandatario argentino conversó por teléfono con el candidato de centroizquierda Alberto Fernández, quien obtuvo la victoria en las elecciones primarias del domingo, antes de una nueva jornada de comicios en octubre y la toma de posesión en diciembre.
Fernández confirmó la llamada y en una conferencia de prensa habló a los mercados: "Todos queremos que la economía se estabilice".
Su propuesta, dijo, "no supone ni riesgo de default ni riesgo de no pagar la deuda ni desconocer obligaciones que el Estado ha contraído".
Las últimas estimaciones de la consulta IHS Markit, sobre la base del nivel de cierre de los seguros de incumplimiento de crédito (CDS) de la deuda a cinco años de Argentina del martes, cifran la probabilidad de incumplimiento soberano en 78 por ciento.
"Yo le ruego (a Macri) que por la gravedad de la situación, hoy prime la condición de presidente (a la de candidato), porque el riesgo es muy grande. El riesgo es además que nos quedemos sin reservas, que el Fondo Monetario Internacional nos termine dando la espalda", había declarado Alberto Fernández en una entrevista con El Destape Radio.
CONTAGIO GLOBAL
En los mercados de las economías desarrolladas la historia fue similar. En Estados Unidos los temores a una recesión se hicieron presentes después de que la curva de rendimiento del Tesoro se invirtió temporalmente, por primera vez en 12 años.
El retorno de los bonos del Tesoro a dos años superó al de los papeles a 10 años, algo que no pasaba desde junio de 2007, lo que se considera una señal de recesión.
En Alemania, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 0.1 por ciento en el segundo trimestre, debido a la caída en las exportaciones del país, provocada por la incertidumbre en torno al proceso de separación de Reino Unido de la Unión Europea, así como por los conflictos arancelarios mundiales.
En Asia, la noticia de que la expansión de la producción industrial china de julio fue la más baja en 17 años volvió a centrar la atención en la guerra comercial entre Estados Unidos y China y su impacto en el crecimiento mundial.
A nivel local, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores cerró en 38 mil 680 puntos, su menor nivel desde el 14 de marzo de 2014.
En ventanillas bancarias, el peso mexicano perdió 31 centavos frente al dólar, que se vendió en un máximo de 20.07 unidades.