La popularidad que cobró el iPhone en los últimos años se ha vuelto atractiva para los ciberdelincuentes al grado de que, en 2019, el malware detectado para el sistema operativo iOS ha crecido exponencialmente, mientras que en Android va a la baja.
El año pasado, las detecciones de malware para el sistema operativo de Apple crecieron 98 por ciento con respecto a 2018, mientras que en el sistema de Google, el más utilizado en teléfonos inteligentes en el mundo, estos programas maliciosos cayeron nueve por ciento, según análisis de ESET.
Además, la compañía de ciberseguridad reportó que los fallos de seguridad en Android crecieron 16 por ciento en el último año y, por el contrario, en el caso de iOS hubo un incremento de 194 por ciento.
Actualmente, Android es el sistema operativo móvil más utilizado en el mundo, pues concentra tres de cada cuatro dispositivos, según datos del sitio de análisis StatCounter.
En el caso del iOS, si bien su participación global ha bajado según datos del portal, ocupa el segundo lugar, con una cuarta parte del mercado.
De acuerdo con el análisis de ESET, la mayor detección de malware para el sistema iOS se localizó en China, con 44 por ciento de los programas maliciosos, mientras que Estados Unidos fue el segundo lugar con más 11 por ciento, seguido de India, que tuvo cinco por ciento del total.
En de Android, los ataques de malware se concentraron en Rusia, con 15.2 por ciento; Irán, con 14.7 por ciento, y Ucrania, con 7.5 por ciento.
Las principales fallas que ESET detectó para Android el año pasado fueron StrandHogg, que permite interceptar el inicio de apps legítimas y mostrar ventanas maliciosas cuando el usuario toca el ícono de la app para abrirla.