La industria automotriz se encuentra en plena transición y adaptación de procesos de producción. En cinco años, en cualquiera de las marcas con presencia en territorio nacional deberá producir modelos híbridos y dentro de 10 años, el total de vehículos serán eléctricos.
De acuerdo con el T-MEC, en un lustro México deberá de tener conformada su flotilla vehicular con el 80% de automóviles híbridos, que servirán de transición hacia modelos totalmente eléctricos, informó Tereso Medina, secretario general adjunto de la CTM.
En el país se alinean esfuerzos y metas a las tendencias mundiales que marcan el fin de la producción de vehículos que usan gasolina o diesel. Las empresas armadoras y de autopartes deberán cambiar sus procesos por automatización y sistemas digitales.
Esto significa que van a requerir nuevos perfiles de trabajadores para cubrir la demanda que requerirá la revolución 4.0, puntualizó.
“Estamos en un proceso clave en la transformación de la industria automotriz en México. En unos años, el uso de combustibles será obsoleto y debemos de apostar al uso de energías renovables. En las universidades se van a abrir nuevas carreras. Y desde los sindicatos también debemos a comenzar a modificar nuestra visión y adaptarnos a la agenda de la nueva clase trabajadora que emerge”, precisó Medina.
Manifestó que en algunas armadoras, sobre todo de autopartes, por un lado ocupa dos mil 500 trabajadores para proveer de estas piezas al sistema tradicional en la fábrica de motores de diesel y gasolina.
Pero al probar otra nave más grande en San Luis Potosí para proveer la fabricación de autos eléctricos, van a requerir alrededor de 160 técnicos.
“Entonces, va a llegar un momento en que los sindicatos tienen que ver cómo le van a hacer, qué papel van a jugar en el futuro con esta revolución que se denomina Inteligencia Artificial”, refirió.
También comentó que el sector automotriz en Coahuila, del que conoce profundamente, y que representa más del 41% de las inversiones que se hicieron en el país durante 2021 con un monto de 1,768 millones de dólares, que generaron la creación de 6 mil 425 nuevos empleos, también es la entidad que hizo las mayores recaudaciones fiscales a lo largo del año pasado.
Habló de un reciente estudio para conocer las necesidades y expectativas de los trabajadores jóvenes, en el que se identificó que las nuevas generaciones no se interesan por las prestaciones. Su prioridad es el salario y las condiciones en las que lo van a obtener.
Además, muestran una fuerte tendencia a enfocar sus esfuerzos en el cuidado de su salud y seguridad y buscan un seguro de gastos médicos mayores.
Consideró el secretario general adjunto de la CTM que “las organizaciones sindicales debemos innovar y modernizarnos, para atender las necesidades de los nuevos trabajadores de forma permanente”.
Señaló que una prioridad es estar cerca de los jóvenes trabajadores y de sus familias, saber lo que piensan y cómo quiere su sindicato.
De manera paralela, las organizaciones gremiales deben implementar acciones que vayan de acuerdo con las normas y la reforma laboral, para alcanzar el mayor número de legitimaciones en los contratos colectivos de trabajo.
“Deben ser previsores para entender el futuro del trabajo y adaptar sus estrategias”, agregó.