En México existen al menos 65 Sistema de Expedientes Clínicos Electrónicos distribuidos entre proveedores públicos de salud, aunque no están coordinados por la Secretaría de Salud, ni son interoperables a nivel federal, señala un estudio de la consultora The CIU.
La aplicación efectiva del Expediente Clínico Electrónico, agrega el reporte, ahorraría hasta 38 mil millones de pesos al sistema mexicano de salud, un monto que equivale a 17 por ciento de lo presupuestado a salud universal en 2022.
La consultora identifica tres modelos.
Uno es el Sistema de Control Hospitalario con el que cuenta la Secretaría de la Marina y mediante el cual automatiza procesos de la atención médica en sus hospitales. Esta red también recopila información de atención del primer y segundo nivel, e incluye información de más de 30 especialidades médicas.
Otro ejemplo es el Sistema de Administración Médica e Información Hospitalaria de la Ciudad de México en el que participan 31 clínicas del gobierno capitalino y permite la interoperabilidad entre hospitales y laboratorios vinculados a la red, además de tener a más de cuatro millones de pacientes registrados y monitorear a más de 300 mil.
El tercero es el Sistema Administrativo del Expediente Clínico Electrónico de Colima, desarrollado por la Secretaría de Salud del estado en 2005 y que permite hacer registros médicos digitales y subir actualizaciones al sistema central de manera periódica. Cuentas además con un sitio web y una aplicación de escritorio para consultar el monitoreo real de los pacientes. Este sistema se alió con el Instituto de Salud Pública del estado de Guanajuato para compartir la plataforma y atender 3.5 millones de pacientes en este ultimo.
La consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU) considera que con este expediente se puedan reducir negligencias médicas y malgasto en medicamentos, al contar con un acceso directo a la información de laboratorios y al historial clínico médico de cada paciente por parte del personal de la salud; la creación de una cultura de provisión de servicios de salud de calidad para usar la información para la educación, investigación y el avance de la medicina.
Entre otros temas también está el rescindir de archivos físicos, reduciendo costos de operación, al tiempo que permitirá el acceso a información y dará pie a la interoperabilidad de estos datos.