Tomando como referencia las enseñanzas de su padre, el magnate mexicano Carlos Slim cuenta hoy con una fortuna estimada en más de 64 mil millones de dólares, gracias a una serie de principios empresariales como la flexibilidad laboral, un alto nivel de exigencia, la productividad o la reinversión de beneficios.
Slim sintetiza en diez puntos su filosofía empresarial, que él considera que, al transmitir a familiares, colaboradores y equipo de trabajo, han llevado tanto al conglomerado Carso como a América Móvil a situarse entre las firmas más poderosas de América Latina.
Este es el decálogo impulsado por Slim, quien este martes cumple 80 años, en el seno de sus empresas:
1. Estructuras simples, organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas. Flexibilidad y rapidez en las decisiones. Operar con las ventajas de la empresa pequeña hacen grandes a las grandes empresas.
2. Mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas, pues fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa, asimismo evita los amargos ajustes drásticos en épocas de crisis.
3. Siempre activos en la modernización, crecimiento, capacitación, calidad, simplificación y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar la productividad, competitividad, reducir gastos y costos guiados siempre por las más altas referencias mundiales.
4. La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No hay que sentirse grande en nuestros pequeños corralitos.
5. No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de objetivos y conociendo los instrumentos.
6. El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
7. La creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios, sino también a la solución de muchos de los problemas de nuestros países. Colaboramos a través de la Fundación Carlos Slim.
8. El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos.
9. Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10. La premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que administra temporalmente.
Analistas económicos han destacado que, además de estos diez puntos, el actuar de Slim en los negocios -de quien se destaca también su sencillez y austeridad- se ha caracterizado por orientar las inversiones y planes de crecimiento a largo plazo, con un buen olfato para la compraventa de activos, la diversificación de empresas y la rapidez en las decisiones.