La calificadora Standard & Poor’s revisó la perspectiva de calificación soberana de México y la recortó de “estable” a “negativa”, debido a las decisiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de revisar los contratos de Pemex con empresas privadas, entre otros factores.
En un comunicado, la firma explicó que la perspectiva negativa refleja que existe la probabilidad de que bajen las calificaciones del soberano del país durante el siguiente año.
“La perspectiva refleja el riesgo de que un reciente cambio en políticas públicas dirigido a reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético, aunado a otros eventos que han afectado negativamente la confianza de los inversionistas, podría aumentar los pasivos contingentes del soberano y disminuir el crecimiento económico”, indicó.
De acuerdo con la calificadora, la estrategia del gobierno para el sector energético da a Pemex mayor carga financiera, lo que se suma al débil desempeño operativo y financiero de la empresa, y limitaciones en sus capacidades técnicas.
Respecto al programa de ayuda para Pemex que el Presidente presentó hace unas semanas, Standard & Poor’s advierte que la petrolera continúa presentando una carga fiscal elevada, y que el esquema de apoyo tributario mejora modestamente su flujo de efectivo.
“Considerando eventos recientes, suponemos que el gobierno continuará brindando respaldo financiero y de otro tipo a la petrolera mexicana. Así, continuamos considerando que existe una probabilidad ‘casi cierta’ de respaldo extraordinario del gobierno, por lo que igualamos la calificación de Pemex con la del soberano”, indicó el comunicado.
La calificadora agregó que existe un riesgo de que la menor inversión del sector privado genere menores previsiones de crecimiento económico, lo que debilitaría la resiliencia económica del país, lo que podría contribuir a un deterioro fiscal y a generar incertidumbre en el mercado financiero, empeorando el perfil financiero del soberano.
Previo al anuncio de Standard & Poor’s, analistas consultados por el Banco de México (Banxico) redujeron la expectativa de crecimiento para este año de 1.8 a 1.63 por ciento.
Asimismo, recortaron las expectativas de inflación a 3.65 por ciento para el cierre de este año desde 3.8 por ciento previo.
Otro indicador que varió a la baja fue el tipo de cambio interbancario, que se estimó en 20.13 pesos, es decir siete centavos menos que la estimación anterior de 34 grupos de análisis nacionales e internacionales.
La gobernanza es la principal preocupación entre los expertos, pues fue mencionada por 45 por ciento, seguido por las condiciones económicas internas (23%) y las condiciones externas (13%).