Los servicios de televisión bajo demanda, como Netflix, Amazon Prime o Blim ya tienen presencia en uno de cada cuatro hogares con acceso al entretenimiento y es el único segmento que se mantiene al alza.
Según datos de la consultora The Competitive Intelligence Unit (The Ciu), este sector le come una parte del mercado a las cableras, que al cierre de 2018 estuvieron presentes en 47.3 por ciento de los hogares del país, lo que representa una caída de 2.2 puntos porcentuales en relación con el mismo periodo del año previo.
Mientras tanto, los servicios de streaming crecieron 2.2 puntos en el mismo periodo, para alcanzar 24.8 por ciento de la población.
Pero el mercado mexicano sigue concentrado, al igual que en el resto del mundo en una plataforma principal: Netflix, comandada por Reed Hastings.
Según el estudio Demanda Global de Servicios OTT (Over The Top), en México, tres de cada cuatro personas que cuentan con este servicio están suscritas a Netflix.
En un lejano segundo sitio, aparece Amazon Prime, que roza 10 por ciento de la audiencia, y Hulu está en tercer sitio, con siete por ciento. Blim de Televisa, todavía no figura entre los líderes de este sector en México.
Sin embargo, el cierre de este año intensificará la competencia con la llegada de dos gigantes a estos servicios: Apple TV+, que será lanzada en noviembre y Disney+, respaldada por los clásicos de la empresa, más el catálogo de Marvel y Star Wars.
COMPETENCIA DESLEAL
La falta de un marco fiscal que obligue a las empresas extranjeras de las tecnologías de la información a pagar impuestos en México representa una competencia desleal para compañías como Claro Video, Blim, FilminLatino, entre otras, consideró Ernesto Piedras, director de The Ciu.
“Son precisamente los jugadores del extranjero los que se han beneficiado de un marco fiscal y regulatorio que aún no contempla su operación”, señaló el especialista en un documento de la consultora.
Además del dominio del mercado de Netflix, la “competencia desleal e inequitativa” afecta a los productores y empresas de contenidos nacionales, lo que “menoscaba el desarrollo de la industria mexicana”, advirtió.