La regulación a Uber nació torcida. Con esa consigna el líder de la agrupación de taxistas Génesis, Daniel Medina, demandó al gobierno de la Ciudad de México crear un nuevo marco regulatorio de del servicio de transporte de pasajeros mediante aplicaciones móviles que garantice un piso parejo de competencia entre los particulares y los taxis públicos.
Frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento el líder taxista acusó que desde 2015 se intentó una regulación de Uber con unos lineamientos que contravinieron los artículos 258 y 260 de la Ley de Movilidad, los cuales establecen que para brindar el servicio de transporte de pasajero se debe contar con una concesión expedida por la Secretaría de Movilidad.
Por ello exigió al nuevo gobierno que se revoque el acuerdo publicado en la Gaceta Oficial el 15 de julio de 2015 y se creen nuevas reglas de regulación. Entre ellas Median Meléndez propuso que circule una unidad de Uber por cada cinco de taxistas (de las cuales hay 140 mil), que se regule la tarifa de las aplicaciones y se les impongan los mismos requisitos que a los autos públicos.
También puso sobre la mesa la regulación de la tarifa de las aplicaciones, ya que mientras los concesionarios tienen un pago mínimo de 8.74 pesos que es el banderazo, Uber, por ejemplo, arranca en 40 pesos, lo cual representa mayores ingresos para sus operadores, sin que estén sujetos a cumplir los mismos requisitos que los taxistas.
“La tarifa del taxi es una tarifa política, porque no entienden (en el gobierno) que se debe ajustar gradualmente y (para que) no sea un impacto al usuario y aun haciendo ajuste no alcanzamos la tarifa de ellos (las aplicaciones de transporte de pasajeros)”, lamentó el líder gremial de la agrupación Génesis, que cuenta con diversos sitios de taxi en la capital.
Otro tema que planteó que debe ser subsanado es la sustitución de las unidades de taxi y el valor de las de Uber y otras aplicaciones. Pues si bien se impuso que los autos privados tuvieran un valor de factura de 200 mil pesos, ahora dan servicio unidades de menor costo, en tanto que a los taxis que tengan 10 años de antigüedad se les obliga a sustituir por unidades híbridas, que pueden alcanzar precios de hasta 400 mil pesos.
Fue así que Media planteó que “el acuerdo de 2015 que publicó en la Gaceta el entonces secretario Rufino León, era un acuerdo que estuvo por encima de la ley, fue un acuerdo amañado. Qué debe de hacer esta administración, deben de revocar ese acuerdo. No puedes crear una telaraña encima de otra sino al rato se vuelve imposible llegar a la claridad”.
Sobre las propuestas que ha referido el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, para regular el servicio de aplicaciones móviles, Medina Meléndez lo rechazó, ya que consideró que con dar una licencia especial a los conductores de Uber o hacerles pasar por una revista para saber cuántas unidades operan en la Ciudad de México no se garantiza la igualdad de condiciones para competir.
“La Secretaría de Movilidad sí se dispuso a atender el tema de los scooters y las bicicletas sin anclaje, en la regulación que les dan les impone un número (de unidades) para que no causen toda esa serie de externalidades negativas contra el ciudadano, sin embargo, en el tema mayor, que son los carros particulares, que ya alcanzan números superiores a 100 mil, no lo hacen”, lanzó.
Por ello adelantó que en tanto no se entre a la creación de un nuevo marco regulatorio para las aplicaciones que dan servicio de transporte de pasajeros, el gremio taxista seguirá protestando como se hizo la semana pasada, cuando miles de taxistas salieron a las calles y tomaron el Zócalo de la Ciudad de México para expresar su rechazo a Uber y aplicaciones similares.