Subsidio a gasolinas amenaza reducción del déficit fiscal prevista por Sheinbaum: Citibanamex
El área de estudios económicos de Citibanamex recomendó a la administración de Claudia Sheinbaum evaluar la política de subsidios a gasolinas ya que presiones adicionales al gasto comprometerían la reducción del déficit fiscal
Miguel Ángel Ensástigue / El Sol de México
La nueva administración de Claudia Sheinbaum Pardo debe evaluar la política de subsidios a la gasolina, ya que podrían presentarse presiones adicionales al gasto y comprometer la reducción del déficit fiscal, dijo Citibanamex.
En el análisis “Inadecuado uso de los estímulos fiscales a la gasolina, aunque sostenible”, el banco advirtió que incluso ante la presión en el gasto, podrían presentarse recortes presupuestales que afectarían al crecimiento de la economía mexicana.
Según Citibanamex, el gasto público actualmente enfrenta diversas presiones tanto por cuestiones demográficas como por compromisos políticos adquiridos, como apoyos en pensiones, programas sociales, entre otros.
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El experto de XP Investments, asegura que el gobierno incrementó el gasto de manera importante en algunos rubros como son las transferencias a programas sociales o pensionesPara el próximo año, la presidenta Sheinbaum Pardo dijo que reducirá hasta un tres por ciento el déficit fiscal del país, pese a que para finales de 2024 se estima que cerrará en un nivel de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Estimamos que en un escenario mínimo asequible el gasto público en 2025 sería al menos un punto porcentual del PIB mayor que el proyectado por la Secretaría de Hacienda. Además, llevar a cabo un ajuste al gasto de esa magnitud acentuaría la desaceleración económica prevista, probablemente transformándola en una recesión”, alertó el área de estudios económicos de la institución.
En su reporte, resaltó que si bien los estímulos a los combustibles mitigan las presiones inflacionarias, se debe evaluar si ese es el uso óptimo de dichos recursos, dado que en la práctica funcionan como un subsidio a los combustibles fósiles, además que no hay un impacto general a la economía, ya que no todos los mexicanos tienen automóvil.
“Su consumo se concentra en las familias de los deciles de más alto de ingresos; existen otras necesidades y compromisos de gasto público y se requiere mejorar la postura fiscal”, explicó el banco.