Los tacos, manjar de la comida tradicional mexicana, no se escapan de la inflación. Desde mediados del año pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó un aumento de hasta 15 por ciento anual en su precio.
Ya sea de carnitas, suadero, bistec, asada, chuleta o pollo, por citar algunas variedades, el alza en su costo es por igual. Los datos del Inegi indican que la Ciudad de México es una de las entidades más impactadas al cierre de febrero.
A esta entidad le siguen Monterrey y Guadalajara donde, de acuerdo con el Inegi, el costo promedio por un paquete de cinco tacos y un refresco de 600 mililitros ronda los 75 u 80 pesos, nueve por ciento más caro de lo que costaba el mismo mes del año pasado.
El repunte en el precio de los tacos se explica por diversos factores, donde destaca el alza que tuvieron sus principales insumos como tortillas, verduras y carnes desde mediados del año pasado.
En el caso de las verduras y carnes, tanto de res como de cerdo, su precio se elevó ante las malas condiciones climatológicas que sufrió el país a mediados de 2023, principalmente las sequías en las regiones del centro y norte.
Este año, un menor ritmo de crecimiento económico contribuiría a que la inflación se modere algo más. Por otro lado, las tensiones geopolíticas actuales y los eventos climáticos, por ejemplo sequías, pueden presionar más los precios de productos energéticos y alimentariosAlejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), cuando se presenta algún evento climático es “normal” que se eleve el precio de algunas mercancías. A través de su análisis “El impacto de los ciclones tropicales en los precios de los alimentos”, Banxico destacó que tan sólo con estos sucesos naturales el precio de frutas y verduras se eleva hasta un 0.1 por ciento en el mes posterior al impacto.
“En el contexto del calentamiento global, además de los ciclones tropicales, otros eventos climáticos extremos como ondas de calor y sequías podrían incrementar su importancia como un riesgo de presiones en los precios de productos alimenticios”, agregó la institución.
Los últimos datos del Monitor de Sequía de México (MSM) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indican que hasta el pasado 15 de marzo, el noroeste y centro del país sufrían de sequía extrema y excepcional.
Además, el 32.1 por ciento del territorio nacional padece una sequía moderada y severa, mientras que un 14.46 por ciento tiene condiciones anormalmente secas.
En la Ciudad de México, para mitigar el impacto del repunte de precios, los taqueros tratan de ofrecer paquetes de comida o promociones de dos tacos por el precio de uno.
Otra medida adoptada es preparar tortillas a mano, pues con esto creen que su producto puede rendir más, aunado a que se vuelve un valor agregado a diferencia de comer un taco con una tortilla recalentada o bañada en aceite.
Sin embargo, reconocen que la clientela ya no consume igual. Antes el consumo promedio era de cinco tacos y un refresco, hoy sólo degustan dos y sin bebida.
Tratamos de contener el precio lo más que pudimos. Quizás ya no le ganamos tanto como antes, pero esos dos o cinco pesos extra de cada taco nos ayudan a no salir tablas en el día a día, dijo Armando Cruz, que atiende una taquería en la alcaldía Coyoacán.
Según el Inegi, en la capital mexicana se pueden encontrar dos tacos y una bebida de 600 mililitros, refresco o agua de sabor, desde 45 pesos. Las variedades más costosas son los tacos de barbacoa y carnitas, cuyo precio promedio por unidad es de 25 pesos.