Madrid.- El sistema planetario µ Arae, ya tienenuevo nombre: desde hoy su estrella se llama Cervantes y los cuatroplanetas que la orbitan Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea.
La Unión Astronómica Internacional (IAU), encargadade asignar nombres oficiales a los objetos celestes, acaba deanunciar esta decisión después de convocar NameExoWorlds, unconcurso público para renombrar a los sistemas planetarioshallados en los últimos años.
Cervantes era el nombre de la candidatura española,un nombre promovido por la Sociedad Española de Astronomía y elPlanetario de Pamplona (norte de España) para este concursointernacional.
Con más de 38.000 votos, la propuesta española hasido la ganadora del concurso en el que competía con seis opcionesde cuatro países (Portugal, Italia, Colombia y Japón).
Desde hoy, el sistema planetario µ Arae, situado a49,8 años luz de distancia en la constelación de El altar (Ara),puede llamarse de las dos maneras, por su nomenclatura científicao por sus nuevos nombres: Cervantes, Quijote, Rocinante, Sancho yDulcinea.
La votación estuvo abierta en internet desde el 12de agosto hasta el pasado 31 de octubre. Todo el mundo podíavotar, con la única limitación de un voto por dispositivo.
La campaña para solicitar votos, bautizada como#YoEstrellaCervantes, estuvo presente durante todo el proceso devotación en las redes sociales y a través de una web propia(www.estrellacervantes.es).
El concurso NameExoWorlds de la Unión AstronómicaInternacional (IAU) permitió que por primera vez en la historia elpúblico general pudiese participar en la elección de nuevosnombres para estrellas y exoplanetas.
Y fue todo un éxito: se podía elegir entre 274nombres propuestos por organizaciones astronómicas de 45 países,y se recibieron más de medio millón de votos de 182 países.
España fue el tercer país en porcentaje departicipación, solo por detrás de la India y Estados Unidos.
Entre el resto de nuevos nombres adoptados destacanlos que provienen de figuras mitológicas de diferentes culturas,así como de científicos o personajes de ficción, ciudadesantiguas o palabras de lenguas desaparecidas. ||EFE||
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