En la cata o degustación de un vino, una técnica estructurada para probar la milenaria bebida procedente de la fermentación del zumo de uva, los aromas juegan un papel clave dentro del análisis sensorial que ofrece al catador información sobre las condiciones en las que creció la vid, la elaboración del vino y la barrica donde se almacenó.
Con la práctica, un catador puede agudizar su olfato y crear una memoria olfativa que le ayudará a identificar miles de aromas, desde los específicos de cada cepa (uva) y los que vienen por la fermentación, hasta los que la barrica confiere al vino, como frutas, verduras, hierbas, flores, especias, mieles o maderas, según explica el sitio gastronomicainternacional.com.
Pero ahora, una máquina de olores u ‘olfatómetro’, está dando los primeros pasos para emular esa capacidad humana en un entorno de realidad virtual (RV), una simulación de escenas y objetos de apariencia real generada mediante tecnología informática, la cual se percibe mediante un casco electrónico con visor que trasmite varios tipos de estímulos sensoriales al usuario.
El olfatómetro, que fue desarrollado en Suecia, se está aplicando inicialmente en un videojuego de cata de vinos en el que el usuario huele el vino en una bodega virtual y obtiene puntos si consigue identificar correctamente los aromas de cada vino.
Sin embargo, se prevé que esta tecnología no sólo ayude a mejorar la experiencia de los juegos de computadora sino que también pueda contribuir a que a las personas que han perdido su sentido del olfato puedan recuperarlo al entrenarlo mediante RV.
Este nuevo sistema, que se puede fabricar utilizando una impresora 3D, fue desarrollado en colaboración entre la universidad de Estocolmo y de Malmö, ambas en Suecia.
Hasta ahora, los juegos de computadora se han centrado principalmente en lo que podemos ver y oír, es decir imágenes en movimiento visionadas en una pantalla con sonidos sincronizados escuchados a través de auriculares, pero los otros sentidos del ser humano han estado ausentes de esta tecnología de entretenimiento.
“Esperamos que las nuevas posibilidades técnicas del olfatómetro lleven a que los aromas tengan un papel más importante en el desarrollo de juegos electrónicos”, dice Jonas Olofsson, profesor de psicología y líder del proyecto.
CÓMO FUNCIONA
La pequeña ‘máquina de olores’ puede ser controlada por una computadora de videojuego y está conectada al controlador del sistema RV de dicho videojuego, según sus creadores.
Al jugar, el usuario se mueve en una bodega virtual, tomando en sus manos copas de vino virtuales que contienen diferentes vinos, y va sumando puntos al adivinar que tipo de vino contiene cada copa en base a sus “aromas”.
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Cuando el jugador levanta un vaso en el entorno virtual, la máquina de olores, libera un aroma olor característico en el mundo real.
“Del mismo modo que un juego de computadora se vuelve más difícil según el nivel del jugador, el juego del olfato puede desafiar a los jugadores que tienen una nariz sensible. Eso significa que la máquina de aromas puede utilizarse para capacitar a catadores de vino, chefs o perfumistas”, explica Olofsson.