Ante la creciente ola de incendios forestales, la empresa Robotics Galu instaló en el Nevado de Toluca y en Guadalajara un dispositivo que puede detectar fuego en un área de dos metros cuadrados o más, con el fin de sofocarlo antes de que se extienda.
El equipo, que se está probando en estas ciudades, es un robot con aspecto de cámara de vigilancia, el cual cuenta con dos lentes, uno de ellos es térmico, y puede vigilar de hasta 10 kilómetros lineales para detectar el inicio de un incendio y alertar a las brigadas de inmediato.
Fernando Aranda, director de la compañía, explicó a El Sol de México que esta tecnología puede detectar puntos de calor dentro de un área boscosa y proporcionar de inmediato las coordenadas exactas y condiciones atmosféricas como velocidad y dirección del viento y humedad.
Toda esta información es básica para los cuerpos de combate, pues les permite sofocar incendios de forma más eficiente .
“Podemos garantizar la detección de focos de incendio en un rango de hasta 10 kilómetros lineales. Una vez que se detectan los puntos, se envía toda la información a los centros de monitoreo, entre ella, datos meteorológicos, los cuales son muy importantes, porque no es lo mismo un incendio en condiciones sin viento que cuando hay viento que pueda expandir rápido las llamas”, comentó.
El robot, explicó el directivo, funciona las 24 horas los 365 días del año. Puede conectarse a la energía eléctrica, o bien, se integra con paneles solares o un sistema eólico para que genere su propia energía.
La idea es que nunca se apague y monitoree la zona de forma permanente. Aranda indicó que cada proyecto se hace con base en las necesidades de los clientes, los cuales pueden ser instancias públicas o privadas.
“Analizamos el área que se quiera proteger y, dependiendo del terreno, instalamos el equipo para que pueda cubrir el mayor espacio posible. Vemos árboles, si hay cerros, las condiciones climáticas como si hay niebla, o las condiciones de luz, para determinar todo lo que requiere el robot para operar sin descanso”, señaló.
El directivo subrayó que se trata de una tecnología preventiva, la cual busca ahorrar millones que se gastarían en el uso de recursos para sofocar los incendios cuando se extienden.
“Es más barato invertir en prevención, porque cuando un incendio se sale de control requieres muchos recursos para controlarlo, no es lo mismo que detectarlo cuando tiene dos metros cuadrados y puede apagarse con pocos recursos y de inmediato”, apuntó.
Los resultados de los robots que están a prueba en el Nevado de Toluca y en el bosque de La Primavera, en Jalisco, darán la pauta para que la empresa venda esta tecnología a instancias federales como la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Según Aranda, los mil 229 millones de pesos que se recortaron al presupuesto de la Conafor este año, serían suficientes para instalar de estos robots para monitorear hasta 80 por ciento del área boscosa de Valle de México, y detectar en etapas tempranas los incendios forestales, evitando futuras crisis medioambientales como las que ocurrieron en semanas previas.