En una era de notificaciones incesantes de aplicaciones, dispositivos y plataformas de redes sociales, así como acceso a más información de la que posiblemente podríamos considerar, ¿cómo podemos encontrar formas de administrar todo eso?
En un episodio del podcast The Conversation Weekly, hablamos con tres investigadores que estudian la interacción humano-computadora, el diseño tecnológico y la alfabetización sobre cómo nos afectan todas estas demandas de atención y qué podemos hacer al respecto.
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Maryanne Wolf es directora del Center for Dyslexia, Diverse Learners and Social Justice de la Universidad de California, en los Estados Unidos. Su libro Proust and the Squid, presenta una historia de cómo se desarrolló el cerebro lector. Desde su publicación en 2008, Wolf ha publicado extensamente sobre investigación en alfabetización y lectura.
Wolf cree que la lectura es importante porque contribuye al potencial de una persona y mejora la capacidad de aprender, pensar y discernir:
“En esencia, me he obsesionado con los procesos de lectura profunda que expanden el cerebro lector del niño para alcanzar su potencial académico. Pero esa base se expande con el tiempo con todo lo que leemos y aprendemos, de modo que comenzamos a ser seres humanos que tienen la capacidad de tomar su conocimiento previo, usarlo con pensamiento lógico para inferir cuál es la verdad, o la falta de verdad, en lo que ellos están leyendo."
A Wolf le preocupa que la cantidad de interacción que tenemos con nuestras pantallas y dispositivos, y la velocidad a la que necesariamente tenemos que funcionar, nos haya cambiado al quitarnos la capacidad de estar presentes.
“Todos hemos cambiado. Ni siquiera nos damos cuenta, pero hay una paciencia que se necesita dentro de nosotros para prestar atención a la inferencia, la empatía, el análisis crítico. Se necesita esfuerzo. Y estamos tan acostumbrados a ir tan rápido que la inmersión es difícil”.
Captando la atención
Kai Lukoff es profesor asistente en la Universidad de Santa Clara, también en Estados Unidos, donde dirige el Laboratorio de interacción humano-computadora e investiga cómo los diseñadores de aplicaciones, plataformas y tecnología intentan captar la atención de un usuario.
“Hay mil o más ingenieros y desarrolladores al otro lado de la pantalla que están diseñando estos servicios a propósito o intencionalmente para captar su atención, para que pase más tiempo en el sitio, para que haga clic en más anuncios. Y puede ser difícil resistirse o incluso comprender lo que te sucede cuando te sientes tentado o perdido. Pero, por supuesto, eso no es por accidente”, asegura.
El costo cognitivo
Daniel Le Roux, profesor titular de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica, es un científico informático que investiga la psicología de la interacción humano-computadora. Examina los efectos de lo que estamos haciendo cuando somos "multitareas de medios", cómo navegamos por múltiples plataformas, eventos y procesos, tanto en línea como fuera de línea, al mismo tiempo.
“Todo el mundo lo está haciendo y es, en gran medida, una adaptación natural al entorno tecnológico que se ha creado a nuestro alrededor”.
La multitarea multimedia, como el skimming, es una respuesta adaptativa a un entorno inundado de información. Y la multitarea de los medios tiene un costo cognitivo, señala Le Roux.
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“Incurrimos en lo que podríamos llamar un costo de cambio; eso significa que nuestro desempeño en nuestra tarea central se verá afectado. Si piensa en conducir como la tarea central, la razón por la que prohibimos a los conductores usar sus teléfonos inteligentes mientras conducen es porque los distrae de la tarea de conducir”.
Para escuchar el podcast completo, puedes hacerlo desde el sitio de The Conversation, theconversation.com
* Editores de ciencia y anfitriones del podcast semanal de The Conversation